La victoria en El Gran Derbi ante el eterno rival, como no podía ser de otro modo, produjo una explosión de alegría en el sevillismo. El Sánchez Pizjuán celebró por todo lo alto un merecido triunfo de los suyos, que convencieron con su fútbol para alejar los fantasmas que levantó la derrota de hace tres semanas ante el Alavés. Desde entonces, el Sevilla FC ha sumado 7 puntos de 9 posibles y ha igualado en la tabla con el Betis, lo que significa un importante respaldo para el proyecto de García Pimienta, renovado por sorpresa después de vencer al Valladolid.
El duelo cainitia, como es habitual, dejó momentos de tensión sobre el césped, siendo Loïc Badé uno de los que más intensidad le puso, protagonizando varios piques con los jugadores béticos, como Ez Abde. Con 1-0 ya en el marcador, el extremo marroquí trató de marcharse en una acción por banda izquierda y el zaguero francés acudió con velocidad para desbaratarla, celebrando con aspavientos esta victoria en el duelo personal con su rival, apretando los puños y clavando la mirada en el rostro del extremo, que permanecía tumbado sobre la hierba. Una imagen sin duda llamativa que fue compartida en las redes sociales por su ex compañero Pape Gueye, ahora jugador del Villarreal.
También en la segunda parte, el zaguero galo se las tuvo con 'Chimy' Ávila, uno de los recursos de los que tiró Pellegrini para intentar tener más presencia ofensiva. Sabedor de que el argentino suele ser también un futbolista de fuerte carácter, Badé, que le metió la mano en el rostro en una acción protestada por el Betis, lo buscó en varias ocasiones para intentar sacarlo del partido, captando las cámaras de DAZN cómo le lanzaba besos para provocarlo y se dirigía a él con gestos para que hablase.
Una vez acabado el encuentro, además, el internacional francés fue de los más efusivos en la celebración que se vivió en el vestuario, mostrándola en directo a través de las redes sociales a unos aficionados a los que se ha ganado por completo. Así mientras sus compañeros entonaban el cántico de "verderón el que no bote", el central se volvía loco con gritos de "¡el puto Sevilla!".
Además, Badé también intentaba sacarle unas palabras en español a Chidera Ejuke, algo que no fue posible, aunque el nigeriano, uno de los mejores de su equipo este pasado domingo, también mostró su enorme felicidad por obtener su primera victoria en un derbi.