Antonio José Medina4 min lecturaEl Olympiacos de Míchel disputaba este sábado un derbi clave en sus aspiraciones de ganar la SuperLiga griega. El conjunto de El Pireo se enfrentaba a su eterno rival, el Panathinaikos, actual líder del campeonato y, de haber vencido, se habría situado a solo dos puntos de la cabeza. El partido acabó en empate a cero, pero al menos consolidó la evolución que el equipo capitalino lleva a cabo desde que el extécnico del Sevilla FC se hiciera cargo de él en septiembre y tuvo tanto el dominio del juego como las mejores ocasiones. Les faltó apuntillar.
Cuando Míchel González llegó, Olympiacos acababa de sumar cuatro partidos sin ganar y se había alejado de forma definitiva del título. Pero más que los resultados en sí, la situación era caótica. Tenía una plantilla con 40 futbolistas, habían llegado 20 fichajes y se había fichado más por nombre que porque hicieran falta. Entre esos nuevos estaban los exmadridistas Marcelo y James Rodríguez, el exatlético Sime Vrsaljko, e ex del Barça Konrad de la Fuente, otro viejo conocido en LaLiga como Cédric Bakambu, etc.
La misión de Míchel no sólo era tratar de enderezar la trayectoria del equipo, sino hacer una limpia para hacer hueco a los fichaje que debian llegar en enero. Ahí aparecieron los Ramon y Rodinei (Flamengo), Sergi Canós (Brentford) o el ex de Konyaspor Bytyqi. Y la criba sigue aún activa.
En las últimas fechas, la baja más destacada ha sido la del excapitán del Real Madrid, un Marcelo Vieira que se encuentra de vuelta en España y todo hace inidicar que va a jugar los próximos meses en el club en el que se formó, el Fluminense. Pero no ha sudo el único. Sime Vrsaljlko está sin equipo, Konrad de la Fuente en el limbo, el internacional sub 21 español Pipa ha vuelto al Ludogorets... y esta 'marea' se ha llevado también por delante al que era el portero titular del Olympiacos en el último año y medio, el exsevillista Tomas Vaclik.
El internacional checo acabó con la carta de libertad el último día del mercado invernal y se ha comprometido con el Huddersfield de la Championship inglesa, con el que ya ha jugado cuatro partidos. Y ha pasado de pelear por los títulos en Grecia y jugar la Europa League a tratar de evitar el descenso en la segunda categoría del fútbol inglés. A sus 33 años, al menos, sigue teniendo cierto cartel, se mantiene como el portero de su selección y espera acabar jugando la temporada y quedar libre para elegir destino.