Tras las determinantes victorias lejos de casa ante Getafe y Las Palmas, el Sevilla dispone mañana de la oportunidad de encarrilar definitivamente la salvación en Nervión ante el Mallorca, pues un triunfo le otorgaría una renta de 12 puntos sobre el descenso después de la derrota del Cádiz en Girona.
Imponerse a los baleares supondría afrontar el derbi del domingo 28 en el Benito Villamarín con una mayor tranquilidad y sin la presión asfixiante de jugarse la permanencia ante el eterno rival.
Y más aún cuando ayer quedó confirmado en Mestalla que el Betis recibirá a los nervionenses con sus pesos pesados disponibles después de que Ayoze e Isco no vieran la quinta amarilla ante el Valencia en la final por Europa. También estará Aitor Ruibal, que no ingresó en el campo ayer, pero se lo perderá Assane al recibir amarilla en el partido de hoy del Betis Deportivo. No obstante, no está entrando en los planes de Pellegrini después de su potente irrupción a principios de curso.
En este sentido, la presencia asegurada de Isco inquieta en Nervión y, sobre todo, ante la posibilidad de perder a un futbolista clave en el sistema defensivo de Quique Sánchez Flores. No en vano, Loïc Badé enfila la cita clave contra el Mallorca al borde de la suspensión, por lo que, en el caso de que el colegiado le amoneste durante el partido, no podrá vestirse de corto contra el eterno rival, lo que sería una gran pérdida para el técnico madrileño, que construye su solidez atrá sobre Badé, Sergio Ramos y Kike Salas.
Quique ha dejado claro en la rueda de prensa que ahora mismo solo piensa en el Mallorca y que no tomará ninguna decisión condicionada por el duelo cainita, si bien tampoco dispone de margen de maniobra en la retaguardia para el envite de mañana en el Ramón Sánchez-Pizjuán. Y es que está obligado a utilizar a Badé ante la ausencia de Kike Salas, que vio la quinta contra Las Palmas y llega limpio al derbi.
Badé saldrá de inicio junto a Ramos y un tercer componente en el eje de la zaga que aún es una incógnita, pues podría dar una oportunidad a Marcao, recurrir a Nianzou o reconvertir a Gudelj o a Acuña. Lo cierto es que no puede reservar a Badé y correrá el riesgo de dejar huérfana la retaguardia en el derbi si es amonestado.
También está en peligro Suso, que, aunque no es titular con Quique, puede ser un comodín en la manga para la segunda parte. Preocupación en Nervión.