Aitor Torvisco5 min lectura
Osasuna
Sevilla
La barbaria y la violencia entre aficionados volvió a robarle protagonismo al fútbol durante la jornada de este pasado sábado, cuando efectivos policiales se vieron obligados a intervenir para disolver altercados en las horas previas al partido que CA Osasuna y Sevilla FC disputaron en el estadio de El Sadar de Pamplona. Un enfrentamiento, concertado de antemano, entre los radicales Indar Gorri y Biris Norte causaron pánico en los clientes de una cervecería de la avenida Zaragoza y obligaron a una intervención que acabó con 70 hinchas nervionenses identificados y con dos detenidos por posesión de dos artefactos explosivos de fabricación casera.
Así lo informó en una nota de prensa la Brigada Provincial de Información de la Policía Nacional de Navarra, que explicó que detuvieron este sábado a dos hombres, ambos identificados aficionados del Sevilla FC, como presuntos autores de un delito de tenencia de aparatos explosivos, inflamables o incendiarios. Los dos habían sido identificados por miembros de la VI unidad de Intervención Policial en un vehículo que portaba un material pirotécnico, palos y, sobre todo, un aparato explosivo de fabricación casera consistente en un spray al que se le adosa un petardo para que produzca una importante detonación y que "puede causar importantes daños e incluso graves lesiones a las personas".
Dicha identificación y posterior detención se ha producido en el transcurso de unos incidentes que se han producido en las inmediaciones de la Avenida Zaragoza y donde miembros de grupos radicales de los equipos de Osasuna (Indar Gorri) y del Sevilla (Biris Norte) habían quedado para enfrentarse cuerpo a cuerpo, detalla la Policía Nacional, que aclara que los altercados fueron rápidamente controlados. Y es que desde primeras horas de la mañana, y con una información previa de un 'chivatazo', varias unidades de agentes del Instituto Armado se habían desplegado por Pamplona al tener constancia de que aficionados del Sevilla FC, pertenecientes al grupo Biris Norte, se iban a desplazar a Pamplona.
Además, los agentes de la Policía Nacional encontraron otros dos aparatos explosivos, uno ya detonado, como el que portaban los dos detenidos, en las proximidades de la Avenida Zaragoza, donde tuvo lugar la principal escaramuza entre bandas. La Brigada de Información de Pamplona, en constante contacto con la de Sevilla y sincronizados con los Coordinadores Deportivos y con la VI Unidad de Intervención, han podido intervenir nada más comenzar los incidentes entre ambos grupos radicales, llegando a identificar a un grupo de unas 70 personas procedentes de Sevilla.
Según explica el comunicado policial, en uno de los vehículos registrados se encontraron palos de grandes dimensiones y material pirotécnico, añadiendo que se trataba del coche utilizado por el grupo radical sevillano y entendiendo que hacía las veces de vehículo lanzadera y de distribución de material, puesto que el resto de vehículos controlados eran de alquiler, siendo todo intervenido, sin perjuicio de las responsabilidades administrativas de sus portadores, tanto por la Ley de Seguridad Ciudadana como por la Ley del Deporte.
Una vez restablecida la normalidad e identificados ese importante número de aficionados del Sevilla, en cumplimiento de la Ley del Deporte y para evitar más incidentes y de mayor gravedad, la VI Unidad de Intervención Policial acompañó fuera de Pamplona a dicho grupo, a cuyos integrantes se les han retirado las entradas que portaban para presenciar el partido que se disputaba en El Sadar. La Policía Municipal de Pamplona colaboró también cortando el tráfico en las calles afectadas para facilitar el trabajo de las unidades de orden público.
El dispositivo se extendió hasta horas después de la finalización del evento para asegurar que el partido entre Osasuna y el Sevilla de la sexta jornada de LaLiga fuese "una fiesta deportiva". La Policía Nacional y las distintas unidades de la Jefatura Superior de Policía que han colaborado en dicho dispositivo han mostrado su satisfacción por haber evitado "graves enfrentamientos" y por contribuir "de manera decisiva en que la afición rojilla y los aficionados al fútbol en general puedan disfrutar de lo que realmente es importante: los 90 minutos donde pequeños y mayores disfrutan con sus equipos".
