Rafa Cala3 min lecturaDespués de la derrota del Sevilla FC en los cuartos de final de la Copa del Rey, la expedición sevillista puso rumbo a la capital de Andalucía en la misma noche de ayer para descansar lo máximo posible de cara al partido que este domingo le enfrentará a Osasuna correspondiente a la jornada 22 de Primera división y que el Sevilla está obligado a ganar para no complicarse más la vida en su único objetivo en lo que resta de temporada, el cual no es otro que conseguir la permanencia esta temporada en LaLiga. Fue una llegada triste, con caras largas en la que no se vieron mucho intercambio de palabras salvo el que protagonizaron Lucas Ocampos, Suso Fernández y Adrià Pedrosa.
La plantilla del Sevilla FC llegó a su ciudad pasadas las dos de la madrugada de este viernes después de perder por 1-0 contra el Atlético de Madrid en los cuartos de final de la Copa del Rey. Un derrota que deja al club sevillista con LaLiga como única competición que está vivo y sin la posibilidad de clasificarse para competición europea de cara a la próxima temporada. Sólo le queda obtener la permanencia en la élite del fútbol español que ahora mismo conseguiría ya que es cuarto por la cola en la clasificación de Primera división con 16 puntos, teniendo una ventaja de sólo un punto al Cádiz que tiene 15 y que es el antepenúltimo de la tabla.
Tal y como muestra el compañero Mario Mijenz, el Sevilla FC llegó a la capital de Andalucía en el más absoluto de los silencios. Caras largas y tristeza era lo habitual entre los jugadores y directivos de un Sevilla que saben de sobre que están realizando una temporada muy lejos de las expectativas. Eliminados de competición europea desde hace unos meses, caer en Copa del Rey supone una plantilla que intenta mejorar pero que no termina de hacerlo.
Uno de los más implicados en sacar la situación deportiva del Sevilla a delante es Lucas Ocampos a quien se vio intercambiar palabras con sus compañeros Suso Fernández y Adrià Pedrosa. Los tres fueron titulares con el Sevilla frente al Atlético de Madrid.
Esta vez no hubo gritos, ni insultos a la llegada del Sevilla ya que no hubo aficionados que se acercaran a recriminar a unos jugadores que intentaron la clasificación para las semifinales de Copa del Rey, pero que no lograron derrotar al Atlético de Madrid.