Una vez concretados los fichajes de Sambi Lokonga y Saúl Ñíguez, que llegan cedidos por el Arsenal y el Atlético de Madrid respectivamente, el Sevilla FC aún no ha dicho su última palabra en la esperada remodelación de su desguarnecido centro del campo. Las salidas de Soumaré, Agoumé y Óliver Torres, unidas a la situación de un Joan Jordán que no cuenta para García Pimienta y se quedó incluso fuera de la lista para el primer amistoso, han obligado a reconstruir una posición clave en la que sólo sobreviven Djibril Sow y Gudelj, más utilizado en los últimos tiempos como central.
Con ellos dos y las dos nuevas incorporaciones, el nuevo técnico nervionense ya cuenta con cuatro piezas para la medular, más la aportación del canterano Manu Bueno. Pero el director deportivo, Víctor Orta, dejó claro en la presentación de Peque y Lokonga que ni mucho menos está configurado ya al cien por cien el centro del campo. "No está cerrada ninguna línea en el Sevilla FC. Faltan incorporaciones y faltan salidas en estas casi seis semanas de mercado que restan", destacó.
En este sentido, uno de los nombres que siguen latentes es el de Ilaix Moriba, al que el entrenador conoce de sobra tras su paso por la cantera del FC Barcelona. Días atrás, de hecho, se informaba de negociaciones avanzadas con el RB Leipzig, con el que tiene dos años más de contrato, para conseguir un nuevo préstamo, repitiendo la fórmula utilizada por el Valencia y el Getafe en las últimas campañas.
En cualquier caso, de continuar por esta vía y llegarse a un acuerdo, su incorporación no sería inmediata, pues el mediocentro se encuentra concentrado con la selección de Guinea para reparar los Juegos Olímpicos de París. El combinado africano debutará el próximo 24 de julio ante Nueva Zelanda y jugará sus dos siguientes compromisos de la fase de grupos los días 27, ante Francia, y 30, frente a Estados Unidos.
Pero Ilaix Moriba, que fue el héroe en la clasificación para la cita olímpica al anotar el gol decisivo ante Indonesia en la repesca, no se conforma y mira más allá, esperando llegar muy lejos en un torneo cuya final está prevista para el 9 de agosto. "Francia es una de las favoritas. En cualquier categoría sabemos que optaría al título, pero son humanos igual que nosotros. No voy a cortar mis vacaciones para estar en los Juegos Olímpicos para mirar… Vamos a intentar conseguir una medalla", ha asegurado en una entrevista para la web de la FIFA.
"El país estaba muy contento ya tras la Copa de África que hicimos en enero, pero darle esta alegría hace que ahora ellos confíen más en nuestro fútbol. Estamos haciendo muy buen trabajo, hay un grupo que nos faltaba desde hace años y ahora tenemos ganas de darlo todo, sin excusas. Confío mucho en este grupo. Llevo dos años ahí y hemos mejorado mucho. Lo pudimos ver en la última Copa de África. Va siendo hora de que ese trabajo duro que hemos hecho en los últimos años nos dé frutos. Se están dando y el país lo está viendo, pero ahora queremos que lo haga todo el mundo y se nos ponga en el mapa futbolístico", añadió el ambicioso futbolista guineano, que espera aprovechar el escaparate de los Juegos Olímpicos para mostrarse: "Sabes que es una cita que si tienes la oportunidad no puedes fallar. Ya es histórico para el país, pero queremos que lo sea todavía más. Tengo la mentalidad de que quiero ganar y no le tengo miedo a nadie. En Guinea pensamos así: dejarlo todo en el campo y seguir haciendo el gran trabajo que llevamos desarrollando en los dos últimos años".