El Sevilla FC vive momentos de extrema tensión, no sólo deportiva, sino también institucional. La goleada ante el Manchester City (0-4) en el estreno del conjunto nervionense en la Champions League 22/23 ha hecho explotar a la afición del Ramón Sánchez-Pizjuán, que ha hecho retumbar Nervión con gritos de 'Pepe Castro, dimisión' a los que se ha sumado el expresidente José María del Nido Benavente. Y claro, se ha liado pero bien.
Cuatro derrotas y un empate en cinco partidos, con 12 tantos en contra y sólo tres a favor. En medio del peor arranque de curso desde la 58/59 -según los devastadores datos de @LaLigaenDirecto-, siguen saliendo a la luz maniobras de compra de acciones por parte de los grandes accionistas del Sevilla FC, posicionándose de cara a la junta del próximo mes de diciembre. El cónclave ya pintaba con tonos bélicos y la crispación se ha hecho evidente este martes.
Gritos de "Pepe Castro, dimisión" y de "El Sevilla somos nosotros" se escuchaban en el estadio con los jugadores pidiendo perdón a la grada por enésima vez en este curso. No obstante, la mayor tensión se vivía en el palco de autoridades. Del Nido se sumaba a los cánticos e intercambiaba reproches con varios directivos, según muestran los vídeos que circulan como la pólvora por las redes sociales.
El expresidente Del Nido incluso tuvo que ser separado cuando se encaraba, ya en el pasillo, con directivos del Sevilla FC cuya identidad no muestran las imágenes. Es evidente que quiere aprovechar su momento. Ya prometía batalla en la junta de 2021, dijo que no se rendía tras salir derrotado en la misma y ahora no va a dejar escapar la oportunidad pintiparada que le pone en bandeja la criticada planificación y el peor arranque de curso en más de medio siglo.
El clima es del todo insostenible y, como suele ser habitual en estos casos, el que más posibilidades de pagar los platos rotos es Julen Lopetegui. El RCD Espanyol de Diego Martínez (ironías del destino), el sábado en la quinta jornada de LaLiga, y el FC Copenhague danés, el miércoles en la segunda jornada de la Fase de Grupos de la Champions League, serán los dos test definitivos para dilucidar el hoy tambaleante futuro del entrenador de Asteasu, a pesar de que esta vez no fue el centro de las críticas de la afición sevillista, que miraron directamente al palco.