Cádiz CF y Sevilla FC empataron a dos el pasado sábado en el Nuevo Mirandilla. Era el tercer encuentro de Diego Alonso al frente de los blanquirrojos, que seguían sin ganar (tablas contra el Real Madrid y derrota en Champions League frente al Arsenal FC) a la espera de desquitarse este miércoles en la Copa del Rey ante el modesto CD Quintanar (0-3). El cuadro nervionense fue en la 'Tacita de Plata' de menos a más, regalando los dos primeros tantos a su anfitrión por sendos errores en la salida de Lukébakio y Sergio Ramos para recortar distancias antes del descanso por medio de Lucas Ocampos e igualar en la reanudación gracias a Ivan Rakitic, aunque no fue capaz de voltear el marcador. El croata rindió cuentas en la zona mixta y hubo un propósito de enmienda que debe confirmarse este sábado (18.30 horas) en la visita a otro necesitado de Primera división como el RC Celta.
El encuentro entre gaditanos y sevillistas fue bronco, con varias acciones polémicas que pudieron condicionar el resultado final. Para empezar, se pidió la expulsión del central camero por una presunta agresión sobre el delantero local Roger Martí, con una inoportuna colleja en la que no quiso entrar el VAR. No vio ni amarilla el '4' foráneo en ese forcejeo, que originó posteriormente piques con el afectado y con el mediocentro Rubén Alcaraz. También se las tuvo tiesas con Marcos Acuña el siempre intenso Iván Alejo, aunque el programa de Movistar Plus 'El Día Después' ha desvelado unas imágenes que pasaron desapercibidas y que demuestran que hubo más acciones controvertidas aparte de la citada de Ramos, el gol anulado al aljarafeño por un fuera de fuego posicional de Dodi Lukébakio o el posible penalti sobre Mariano Díaz que se fue al limbo.
La revisión de las cámaras deja bien a las claras que Alejo utilizó todas las armas a su alcance para frenar a los delanteros del Sevilla, como demuestra su marcaje en un córner a Ocampos. Medio en broma medio en serio, el extremo cadista muerde la mano que el argentino utiliza para fijar su marca y desembarazarse de la presencia del rival. Evidentemente, no lo hace tan fuerte como para que el ex del Marsella se queje o proteste, pero la curiosa jugada de muestra que el conjunto adiestrado por Sergio González defiende, nunca mejor dicho, con uñas y dientes un marcador favorable, pues hay que considerar como tal unas tablas ante el ahora rival directo nervionense.