El Sevilla FC ha reactivado las negociaciones por Arouna Sangante, según ha podido conocer ESTADIO Deportivo, aparcadas en verano y hace una semana, cuando se conoció que Loïc Badé rechazaba al Aston Villa y se quedaba en Nervión. Este movimiento por el central del Le Havre daría a entender otros atrás de los blanquirrojos, aunque Marcao Teixeira no está por la labor, el ahora lesionado y recién renovado Kike Salas no tiene ninguna propuesta interesante, mientras que la agencia que representa a Nemanja Gudelj y Juanlu Sánchez, AS1 (que también lleva a Isaac Romero), no tiene nada en marcha de aquí al lunes. La operación a Tanguy Nianzou, que estará no menos de tres meses más en el dique seco, justificaría por sí sola que se acelerara por el senegalés, si bien las rescisiones/cesiones de Suso Fernández, Pedro Ortiz, Kelechi Iheanacho y Valentín Barco, en las que trabaja Víctor Orta, no serán suficientes para abrir el margen salarial que necesitaría el nuevo zaguero.
El caso es que por valor de mercado y posibilidad de generar una jugosa plusvalía, queda poco donde especular. Algo menos tajante de Badé fue Dodi Lukébakio, tentado por Juventus, Nápoles y dos clubes potentes de la Bundesliga. El belga aboga por quedarse, si bien una oferta que supere los 30 millones sería estudiada sin lugar a dudas. Algo de ese estilo esperan en la planta noble del Ramón Sánchez-Pizjuán, sin duda. En los mentideros se da por hecha la ofensiva por Sangante, valorado en 10 millones de euros pero con sólo un año y medio de contrato, que puede actuar hasta de lateral derecho (una quincena de partidos como experiencia ahí), aunque, en el escenario apuntado de una hipotética salida a última hora del ex del Hertha de Berlín, los sevillistas necesitarían un extremo, pues ya iban cortos cuando reclutaron a Rubén Vargas y perderían a su máximo goleador y futbolista más en forma.
Los nervionenses, líderes en gasto y verdaderos animadores de LaLiga en este mercado invernal pese a contar con el peor límite salarial, exprimen su reducida partida presupuestaria y echan cuentas con cada 'lastre' soltado para acometer nuevas incorporaciones, con la mirada puesta ahora en el centro de la defensa, aunque sin olvidar el lateral izquierdo, el eje de la parcela ancha y las bandas del ataque, sobre todo si se produce alguna baja más fuera de los cuatro descartes citados. De momento, el objetivo principal, a falta de poder inscribir a Akor Adams, está cumplido con el ariete nigeriano procedente del Montpellier y Rubén Vargas, extremo reclutado del Ausburgo.