El surrealista caso de Alessandro Nesta

El Monza ha decidido dar un giro inesperado en su dirección técnica al reincorporar a Alessandro Nesta como entrenador, apenas siete semanas después de haberlo cesado. La destitución de su sucesor, Salvatore Bocchetti, se produjo tras la contundente derrota por (5-1) ante la Lazio, lo que llevó al club a reconsiderar su decisión y optar por devolver el mando al exdefensor histórico del Milán y de la selección italiana.

Un regreso sorprendente en medio de la crisis

El despido de Nesta en diciembre se debió a una mala racha de solo una victoria en 17 partidos, situación que llevó al equipo a la última posición de la Serie A. En su lugar, el club confió en Bocchetti, pero el cambio no tuvo un final esperado: en siete encuentros, el técnico únicamente logró una victoria y dejó al Monza aún más comprometido en la lucha por la permanencia.

Actualmente, el equipo de Brianza sigue ocupando el último puesto en la clasificación, con apenas tres puntos sumados en los últimos siete partidos y a ocho de la salvación. Ante este escenario, la directiva ha decidido apostar nuevamente por Nesta con la esperanza de revertir el complicado panorama.

'Marrón' aún mayor para Nesta

Cuando Nesta fue destituido tras la derrota por (1-2) frente a la Juventus en la jornada 17, el equipo ya estaba en una posición crítica, aunque solo a cinco puntos de la salvación. Ahora, el momento se ha complicado aún más, no solo por la diferencia de puntos, sino también por la salida de piezas clave en el mercado invernal.

Una de las bajas más sensibles es la de Daniel Maldini, quien se marchó a la Atalanta tras desempeñar un papel fundamental en la zona ofensiva del equipo. Además, el Monza ha perdido a jugadores importantes como Pablo Marí (Fiorentina), Warren Bondo (Milán) y Milan Djuric (Parma), lo que deja al técnico con menos recursos para afrontar lo que resta de la temporada.

Un calendario difícil y un futuro incierto

El camino hacia la permanencia no será sencillo para el Monza. En las próximas jornadas, el equipo tendrá que medirse ante los rivales más fuertes del campeonato italiano, enfrentándose a Nápoles y Atalanta como local, además de visitar a Inter, Juventus y Milán.

Nesta, cuya experiencia en los banquillos ha pasado por el fútbol estadounidense y la Serie B italiana, encara así su mayor misión hasta la fecha en la élite del fútbol. Su misión será intentar salvar al Monza del descenso en un contexto aún más adverso que cuando dejó el cargo.