El delantero Jonathan David, uno de los máximos goleadores del fútbol europeo y cuya vinculación con el Lille finaliza el 30 de junio, parece alejarse casi de manera definitiva del FC Barcelona. A pesar de su deseo público de unirse al conjunto blaugrana y de haber sido ofrecido en diversas ocasiones, el futuro del canadiense podría estar más cerca de la Premier League o de la Serie A italiana. La falta de concreción por parte del Barcelona en cuanto a su contratación ha puesto en duda la viabilidad de su llegada al Camp Nou.
El Inter de Milán se ha posicionado como uno de los principales clubes interesados en Jonathan David, y hace pocos días, representantes del equipo se reunieron con el entorno del jugador para discutir su propuesta económica y deportiva. El club italiano ha ofrecido al delantero un contrato de cinco años con un salario de 10 millones de euros netos por temporada según informa La Gazzeta Dello Sport, una oferta que ha despertado el interés del canadiense, aunque aún no ha firmado ningún acuerdo.
Reforzar la delantera es una de las principales prioridades del Inter para la próxima temporada. A pesar de contar con atacantes de la talla de Lautaro Martínez y Marcus Thuram, el equipo quiere añadir un delantero más de garantías para asegurar una mayor competitividad en la próxima campaña. De hecho, Jonathan David se perfila como el objetivo número uno, y la dirección deportiva del Inter ya ha hecho llegar su propuesta formal al jugador.
Si Jonathan David no se decanta por el Inter de Milán, el club italiano tiene un plan de contingencia: Santiago Castro, joven delantero argentino de 20 años que se encuentra destacando en la Serie A con el Bolonia, con 10 goles y 8 asistencias en 39 partidos oficiales. El coste estimado de Castro rondaría los 30 millones de euros, una opción interesante pero más costosa si no se cierra la incorporación de David.
El Barcelona ha seguido de cerca a Jonathan David durante los últimos meses. Ojeadores del club han monitorizado sus actuaciones con el Lille, pero tanto la dirección deportiva como el cuerpo técnico no comparten un consenso sobre su fichaje. Aunque reconocen su potencial, consideran que David necesita mucho espacio para rendir, lo que no se ajusta completamente a las necesidades tácticas del equipo.
Además, sus exigencias salariales, que rondan los 8 millones de euros netos anuales, no encajan con el actual modelo económico del Barcelona, mientras que en la Premier League hay equipos dispuestos a satisfacer esas demandas.