Manuel Pedrero5 min lecturaLa Serie A italiana vivió esta jornada uno de sus partidos más calientes que cayó del lado del Nápoles. El equipo de Antonio Conte toma más ventaja en la clasificación después de ganar a la Juventus (2-1). Si bien es cierto que el Inter de Milán aún tiene que jugar su encuentro este domingo y además tiene uno pendiente con respecto al líder. También ganaron el Atalanta al Como de Cesc Fábregas y el Bolonia no pudo pasar del empate (1-1) en la cancha del Empoli.
Lo más destacado de la jornada:
El Nápoles remontó este sábado al Juventus (2-1) con una segunda parte estelar del equipo de Antonio Conte que, con los goles de Zambo Anguissa y Romelu Lukaku, rubricó una victoria fundamental para asentarse en el liderato y certificar, más todavía, su candidatura al 'Scudetto'.
En los partidos grandes es cuando los equipos que aspiran al título demuestran su potencial. Y más si Antonio Conte, entrenador de garantías en este sentido, está a los mandos. La diferencia entre la Juve de Thiago Motta y el Nápoles de Conte es esa, que el Nápoles es un proyecto hecho para competir este tipo de choques que, a la Juve, por ahora, le quedan grandes.
El hecho de que el Nápoles no tenga más competiciones, que juegue de domingo a domingo, también favorece el estado físico del equipo. Porque las segundas partes las acaba mucho mejor que su rival, casi siempre condicionado por haber jugado entre semana.
Y así sucedió en el partido en el Diego Armando Maradona. La Juve, a fuerzas iguales, se tuteó con el Nápoles. Pero en cuanto empezó el segundo acto, el partido fue de los partenopeos. Solo una jugada algo desafortunada de los locales, con un despeje hacia atrás de Anguissa al borde del descanso, permitió a Kolo Muani, en el sexto balón que tocó con la camiseta juventina, abrir el marcador en el sur de Italia.
Desatado el nuevo fichaje de la Juventus, procedente del PSG, debutó por delante de Vlahovic y cumplió con creces. Físico, entrega y gol. Lo que más necesitaba esta Juve que antes gozó de una ocasión clarísima. Meret tuvo que salvar los muebles napolitanos al disparo de Yildiz, en lo que fueron los mejores momentos de los de Motta.
Poco a poco el duelo fue igualándose, especialmente con el desborde de Neres sobre McKennie. Los centros laterales fueron un arma muy potente del Nápoles y Lukaku rozó el empate con un testarazo que Di Gregorio salvó bajo palos con una mano tan espectacular como salvadora.
Fue solo un aviso de lo que estaba por llegar. Porque apenas unos minutos después, en un centro desde el otro costado a cargo de Politano, Anguissa no perdonó. Su testarazo, más angulado, puso las tablas y acabó por definir el rumbo del partido. Las segundas jugadas fueron todas de los de Conte. Siempre más rápidos, mejor colocados.
Así llegó el gol definitivo. Una jugada perfecta. Combinación en la zona de tres cuartos y Lukaku se convirtió en pasador. Vio a McTominay meterse en el área y le dejó un pase perfecto. El escocés dejó en el suelo a Locatelli, que arrolló al ex del Manchester United provocando el penalti que Lukaku, con calma, transformó para certificar la victoria.
El Nápoles se impuso a uno de sus grandes rivales. Celebró otra victoria ante la Juventus. Y es cada jornada más líder. Con Conte, Lukaku y Anguissa. La Juve, otra vez lejos de la victoria.