Fernando Mateos4 min lecturaFinalmente, el ‘caso Rubiales’ no ha supuesto un lastre en las aspiraciones de España de albergar el Mundial de 2030, aunque sí ha tenido otro castigo de la FIFA. Por sorpresa, el máximo organismo futbolístico internacional anunciaba este pasado miércoles que nuestro país será una de las tres sedes principales, junto a Portugal y Marruecos, de una cita única en la historia, que también estará presente en Uruguay, Argentina y Paraguay.
Este inédito Mundial, que recorrerá seis países y tres continentes distintos, arrancará con un partido inaugural en Montevideo y en el mismo participarán 48 selecciones, hasta 16 más que en el de Qatar. De todas ellas, ya se conoce también que los seis países organizadores tienen asegurada su clasificación. Pero aún hay muchos detalles que no se han desvelado sobre este revolucionario torneo que tendrá lugar dentro de 7 años.
Para empezar, la organización aún no ha confirmado las fechas del campeonato, después de que en 2022 se jugase por primera vez en invierno. En este caso, todo apunta a que volverá a ser en verano, pero se da la circunstancia de que, en esa época del año, las selecciones se pueden encontrar con una gran diferencia de temperatura entre Suramérica, donde sí es invierno, y España o Marruecos, por lo que no habría que descartar que todo ello afecte a la confección de los grupos.
En este sentido, las condiciones del sorteo son precisamente otro de los asuntos clave que aún no han sido confirmados por la FIFA. Sobre el papel, según apunta Relevo, las seis selecciones clasificadas encabezarían la mitad de los 12 grupos existentes, por lo que España no se podría enfrentar con Argentina, por ejemplo, hasta la ronda de dieciseisavos.
Esto, sin embargo, aún no es oficial, especulándose también con la posibilidad de que las selecciones africanas jueguen en Marruecos y las europeas en España y Portugal, lo que condicionaría más si cabe el incierto sorteo.
Otra de las interrogantes es el número total de sedes. El mínimo que marca el reglamento es de 14, pero en este caso se sobrepasarán seguro, como ya sucederá en Estados Unidos, México y Canadá, que tendrán 16 en 2026. En el caso de España se espera que pueda tener entre 10 y 11 sedes, mientras que en Portugal serían tres los estadios que acojan partiendo, por los cuatro o cinco de Marruecos.
Todo esto se encuentra aún en el aire, como el horario del partido inaugural, algo que no es baladí. No en vano, existen cinco horas de diferencia entre Uruguay y España, por lo que la gran duda reside en saber si dicho encuentro se disputará en ‘rime time’ europeo o suramericano.
Por último, pero no menos importante, aún deben decidirse los estadios, que deben tener una capacidad mínima de 40.000 personas, elevándose a 60.000 para las semifinales y 80.000 para la final. Esto convierte en fijos en España al Santiago Bernabéu, el Camp Nou o el Metropolitano, postulándose también otros como el Reale Arena, San Mamés, Riazor, El Molinón, Balaídos, La Cartuja o Mestalla. Por su parte, los tres recintos avalados por la Federación de Portugal son José Alvalade, Da Luz y O Dragao, existiendo una mayor incertidumbre en el caso de Marruecos, pues sus mayores estadios, en ciudades como Rabat, Casablanca, Tánger, Marrakech, Fez y Agadir, necesitarían una remodelación.