"No hay seleccionador mejor que yo en la historia del fútbol mundial. Eso es lo que yo me creo. Luego, otra cosa es que sea realidad". Estas era una de las frases que soltó Luis Enrique durante su estancia en el Mundial de Qatar con la selección española mientras hacía de streamer ante miles de usuarios. La película de La Roja ha cambiado bastante, o al menos eso parecía con la llegada de Luis de la Fuente. Una Nations League, una Eurocopa y sobre todo una personalidad muy distinta a la del asturiano. Por más que se le ha pinchado al actual seleccionador, nunca se le ha conseguido sacar de sus casillas, aunque parece que cada vez maneja más la situación. Con la última convocatoria de España, De la Fuente ha dado un golpe de autoridad, todo hay que decirlo.
Pocas veces la lista de convocados de la selección española ha dejado conforme a la gran mayoría de los seguidores de La Roja. No lo hizo para la Eurocopa, a pesar de callar muchas bocas más tarde, y ahora parece que tampoco lo ha hecho. Pese a que podría parecer un mero parón de selecciones, España se juega bastante tras un primer tropiezo ante Serbia. La exigencia es máxima a la campeona de Europa y de hecho Luis de la Fuente es consciente de ello.
Una vez pasado el complicado trámite de ser el vigente campeón (algo de lo que no se podrá olvidar hasta que haya otro) Luis de la Fuente ha dado un golpe de autoridad en toda regla. Hasta ahora el seleccionador riojano se había definido como un entrenador que valoraba bastante el rendimiento de los futbolistas para premiarlos con una convocatoria con la selección. Y decimos hasta ahora, puesto que ni las bajas en diversas posiciones ni los méritos de algunos futbolistas han hecho que cambie de opinión sobre su estilo esta vez.
De la misma manera que hacía Luis Enrique, con esta última convocatoria de España, Luis de la Fuente ha demostrado que tiene un bloque fijo en su cabeza sobre el equipo que debe tener la selección obviando el estado de forma de algunos jugadores. Un ejemplo de ello es el de Samu Omorodion.
Está claro que nadie sabe más que ellos sobre dirigir un vestuario de tal calibre, ni mucho menos el que escribe estas líneas. Pero cuesta creer que viendo cómo se encara un parón de selecciones no convoques a un delantero que tiene gol, más que necesario en esta selección. El ex del Alavés viene de marcar un doblete a todo un Manchester United y va a gol por partido esta temporada. Ningún delantero español tiene esos números. Luego el planteamiento casi siempre le sale bien a Luis de la Fuente, pero visto que solo tiene dos partidos por delante sería conveniente no cortar la racha de esos futbolistas.
El foco se ha puesto en el delantero del Oporto como se podría haber puesto en muchos otros: Bryan Zaragoza, Oihan Sancet, Carlos Vicente… jugadores que ahora mismo se encuentra en estado de gracia a comparación de otros que están algo 'oxidados', como pueden ser los casos de Joselu (en Qatar) o los de Ferran Torres. El futbolista del Barça siempre ha dejado muy bueno números con La Roja, pero que se compre ese mismo discurso cada que hay un parón de selecciones… nadie lo compra.
Y es que al aficionado español siempre le gusta ver caras nuevas (si es que lo merecen claro). No hay que olvidarse de la columna del equipo, está claro. Pero de vez en cuando sí que es importante centrarse en el estado de forma de algunos jugadores, no como hacía Luis Enrique. El asturiano tenía su bloque y quería hacer de la selección un equipo que disputa una temporada total, algo que no tenía mucho sentido puesto que el tiempo acababa quitándole la razón con casos como los de Hugo Guillamón por ejemplo.
Las preguntas son muy sencillas para el aficionado, pero las respuestas solo las tiene Luis de la Fuente, quien es el que verdaderamente está dentro del vestuario. El técnico riojano siempre ha valorado el ambiente de este y el comportamiento de los jugadores. Aun así, ¿está mejor Samu Omorodion en el Oporto, marcando incluso tras pelearse con los defensas del Manchester United; o Joselu contra los jugadores de la todopoderosa liga de Qatar? Seamos sensatos. El discurso continuista de Luis Enrique ya no lo compra nadie, ni siquiera en París esta temporada, menos aún en la selección.