Luis de la Fuente, seleccionador español, ha participado este fin de semana en una jornada formativa con motivo de su visita a Las Palmas de Gran Canaria, donde ha hablado para un auditorio de Adeje lleno de entrenadores y entrenadoras, donde se trataron temas como el alto rendimiento y la edad, dejando claro De la Fuente que él nunca ha mirado el DNI de los futbolistas y su relación con ellos se basa en el respeto, como el que la UEFA ha pedido recientemente a todos los entrenadores para la próxima Eurocopa.
"Cuando los ves jugar y dices… qué buenos son, tienes que ponerlos. En nuestro caso es una decisión consensuada del cuerpo técnico, pero surge desde el convencimiento, no es una pose. La apuesta por la gente joven tiene que ser decidida y convencida, de ahí que haya que darles también continuidad, confianza y seguridad, sobre todo cuando ves a jugadores talentosos. Nunca miramos el DNI y es un hecho objetivo, tenemos a gente de 16 años y a otros como Jesús Navas, que tiene 39, hay que ver el rendimiento. En la apuesta por el futuro, sí que queremos que los más jóvenes se sientan arropados por jugadores de más entidad y experiencia que les ayudarán a formarse mejor, además de la labor que realiza el entrenador para que estén bien aconsejados", ha explicado el seleccionador.
Durante su intervención, donde también estuvo acompañado por Miguel Ángel España, entrenador de porteros de la selección, el seleccionador también dejó claro que un aspecto clave en su vestuario es el respeto: "En ese marco de respeto, el futbolista se va a encontrar conmigo, si no lo hay, pues no. Eso es trasladable al aficionado, a los periodistas y al resto de personas. Desde el marco del respeto todo se acerca mucho más, no quiere decir que luego estemos todos de acuerdo, a veces hemos tenido desencuentros, pero cuando nos vemos nos damos un abrazo porque somos dos personas que nos miramos a los ojos. El respeto es una palabra clave".
Por eso mismo, para De la Fuente no hay nada más importante que el colectivo: "El jugador ha de entender que el talento individual debe estar siempre al servicio del colectivo, no al revés, debemos formar un equipo y a veces no es fácil porque nuestras concentraciones son cortísimas, a veces vienen jugadores que no han coincidido nunca. Podremos acertar más o menos, pero intentamos crear ese sentimiento de equipo en el que todos son importantes. Y luego, tratamos de fidelizar al futbolista en una idea y un modelo, que lo sienta suyo para que, con pocas orientaciones, lo interprete rápido en el campo. Has de ser muy concreto para mandar los mensajes clave al jugado que te ayuden a competir al máximo nivel, sea en la categoría que sea".