Superada la marejada inicial del Caso Rubiales, Luis de la Fuente seguirá, al menos de momento, al frente de la selección española absoluta. El seleccionador español, quien quedó muy señalado por los aplausos a Rubiales durante su discurso en la Asamblea General Extraordinaria de la RFEF en la que no dimitió y defendió su "pico consentido" a Jenni Hermoso, cuenta con el respaldo inicial de las Territoriales.
El tiempo, además, juega a su favor, teniendo que dar este viernes 1 de septiembre (a partir de las 11:30 horas) la lista de convocados de España para medirse a Georgia y Chipre. Será el fútbol, por tanto, y el balón, quienes marquen el destino próximo de un Luis de la Fuente que podría haberse convertido en una figura incómoda ante el mundo de cara a la candidatura ibérica para albergar el Mundial 2030. Algo nada baladí, pues hasta la ONU se ha pronunciado ya al respecto.
En cualquier caso, Luis de la Fuente tendrá este viernes, antes numerosos medios de comunicación que cubrirán su rueda de prensa más preocupador por la polémica que por la convocatoria de la selección, una oportunidad pintiparada para fustigarse en público y dar sus explicaciones al respecto, intentando lavar su imagen lo máximo posible, algo que parece no haber conseguido con el comunicado emitido días atrás. De la Fuente parece estar sentenciado ya por la opinión pública.
En cualquier caso, la cadena de responsabilidades originada por la polémica de Rubiales seguirá su cauce. Empañada la figura del seleccionador nacional, también lo ha quedado en cierta manera el fútbol profesional español, donde ninguno de los internacionales de peso se ha pronunciado firmemente al respecto, más allá del bético Borja Iglesias, quien se ha negado a ir con España mientras no cambien las estructuras (en cualquier caso estaría obligado a ir de ser llamado) e Isco Alarcón, quien también se ha mostrado contrario a lo sucedido.
Y es que al respecto, Luis de la Fuente está más solo que nunca. Especialmente después de que Jordi Alba, quien fuera capitán con España en la fase final de la Nations League que el combinado nacional acabó ganando, haya anunciado su retirada de la selección. De esta forma, el exazulgrana, en el Inter de Miami, sigue la estela de su compañero y amigo Sergi Busquets, dejando a De la Fuente prácticamente sin pesos pesados a nivel nacional que puedan echarle una mano. Figuras como en su tiempo fueran Piqué, Puyol, Xavi o el propio Sergio Ramos, aún en activo pero enfrentado con De la Fuente tras dejarlo fuera de la selección previa llamada telefónica.
Ahora, el brazalete de la Roja busca heredero, marcando la tradición española que el capitán siempre es el jugador con más partidos disputados como internacional. En su ausencia, el segundo más veterano. Y así de manera sucesiva. Ahora, el heredero natural sería Koke, quien lidera la lista de convocables con 70 internacionalidades. Sin embargo, el madrileño no ha formado parte de las dos últimas listas y, a priori, no se le espera entre los convocados.
La responsabilidad, dentro y fuera del terreno de juego, caería entonces en un Álvaro Morata que se antoja fijo y presenta 64 convocatorias, siendo el siguiente en la lista el sevillista Jesús Navas, quien con 48 formó parte de la selección campeona de la Nations League, aunque ahora podría caerse al ser su llamada en ese momento circunstancial.
En el estreno de De la Fuente como seleccionador español ante Noruega, sin Navas en la convocatoria, el brazalete recayó sobre Morata, como ocurriría ahora. Tras él, fueron: Rodrigo Hernández (39), Carvajal (33) y Oyarzabal (21). Este último, un pequeña licencia de De la Fuente, quien lo colocó en la relación de capitanes por delante de jugadores como Dani Olmo (29), Nacho (22) y Unai Simón (31). Un honor, el de lucir el brazalete de España, que en esta ocasión podría convertirse en una herencia envenenada.