Ha transcurrido ya un mes y medio desde la dimisión de Luis Rubiales como presidente de la Real Federación Española de Fútbol. Ahora, el granadino trata de defenderse de las acusaciones de agresión sexual y coacciones a Jenni Hermoso que investiga la Audiencia Nacional. Pero la Federación sigue con su día a día, con la vista puesta en las elecciones que tendrán lugar en 2024, muy probablemente a finales de marzo.
Aún no hay candidatos oficiales, si bien se espera que Pedro Rocha, presidente de la Comisión Gestora, intente continuar al frente. Para ello, este martes ha tenido una reunión con los máximos mandatarios de las diferentes federaciones territoriales, a los que ha informado de las decisiones tomadas en las últimas semanas para establecer la normalidad tras el terremoto causado por el ‘caso Rubiales’.
En su discurso, el extremeño ha hecho mucho hincapié en la necesidad de "caminar juntos" en esta etapa de transición. Un mensaje que muchos han interpretado como el primer paso para buscar una unidad que le lleve a ser el candidato único de cara a las elecciones a la presidencia.
Sin embargo, esa apuesta por la continuidad no parece tener el respaldo de todos. De momento, ya ha encontrado la oposición de Salvador Gomar, presidente de la Federación Valenciana, quien ha confirmado su intención de presentarse. Pero al mismo tiempo, cobra fuerza la vía de una opción externa.
Según Mundo Deportivo, son las propias territoriales las que están gestando este movimiento de cambio, que pasa por convencer a una figura de calado internacional como es Emilio García Silvero, actual director legal de la FIFA.
Uno de los motivos que llevan a muchos a pensar en él como el sustituto ideal de Rubiales es su conocimiento de las estructuras de la Federación, pues ya fue asesor jurídico de la misma bajo la presidencia de Ángel María Villar.
Pero por encima de ello, Silvero representa una candidatura a priori bien vista por todos, no sólo por las territoriales, sino también por clubes, jugadores o árbitros, una vez que Mateu Lahoz haya negado contactos para ser otro de los aspirantes. Y, sobre todo, contaría con el aval de ser es una de las personas de máxima confianza de Gianni Infantino, presidente de una FIFA que acaba de conceder a España la organización del Mundial 2030.