Luisma Sánchez3 min lectura¡Vaya año! Si hace unas semanas Fermín López se alzaba en Berlín con su medalla de campeón de Europa con la absoluta, hoy toca el cielo de París con un oro que le hace colocarlo en el foco internacional. El centrocampista onubense encabezó la remontada de la selección española ante Francia en la Final y acabó siendo protagonista con un doblete. Un año increíble en su temporada de consagración.
Le tocó tirar del carro a sus 21 años de la selección y no se acobardó. La pegada de los franceses fue fuerte al adelantarse al poco tiempo de pasar los diez minutos de juego tras un error de Arnau Tenas. Pero con una asociación mágica con Álex Baena, en seguida puso el empate en el marcador. Siete minutos más tarde iba a ser de nuevo el más listo de la clase. Tras un rechace de Restes al remate de Abel Ruiz, Fermín estuvo atento para empujarla y marcar un doblete histórico en esta final.
Con seis goles y una asistencia, Fermín López ha puesto patas arriba estos Juegos Olímpicos. El futbolista del Barça se ha quedado segundo en el ranking de máximos goleadores, tan solo por detrás del marroquí Rahimi. Aun así, ha dado un auténtico recital en cada partido que ha jugado en París. Gol y asistencia en las semis ante Marruecos y en la fase de grupos ante República Dominicana y por supuesto doblete ante Japón en cuartos y otro más en la Final ante Francia. Protagonista indiscutible.
En Barcelona se frotan las manos con la irrupción del centrocampista de El Campillo este verano. Aunque también les ha entrado la preocupación. Santi Denia le dio descanso en el minuto 73 cuando España tenía que defender solamente el resultado. Pero lo cierto es que en algunas repeticiones se le ha visto cojear mientras exaltaba con alguna jugada de sus compañeros. Los viejos fantasmas del pasado con Pedri acechan al conjunto culé, aunque podría no suceder lo mismo.
Ante la duda de si podría ganar el 'Golden Boy', la respuesta es que no. Fermín López tuvo la oportunidad la temporada pasada por última vez. Un título que acabó llevándose Jude Bellingham. En esta edición, tan solo pueden optar a esta condecoración los jugadores nacidos a partir del 1 de enero de 2004, mientras que el centrocampista blaugrana nació un año antes en el mes de mayo. Aun así, está tocado con una varita. Es sin duda el chico de oro de estos Juegos Olímpicos.