Alberto GálvezEl nombre del sevillista Isaac Romero es uno de los nombres propios de esta última jornada en LaLiga EA Sports. Y es que parece que su gol ante el Atlético de Madrid le ha catapultado definitivamente en Primera División. Sobre todo, porque lo vio en directo y en el palco del Sánchez-Pizjuán el seleccionador español Luis de la Fuente. Y porque marcar ante los grandes, parece que vale el doble o, incluso, el triple por los seguidores que lo ven.
Cinco dianas (3 en Liga y 2 en Copa del Rey) en sus últimos siete partidos le han valido al lebrijano para ser el auténtico líder del equipo nervionense desde la llegada de Quique Sánchez Flores al banquillo. Sí, a sus 23 años (cumple en mayo 24), porque nadie antes se atrevió a darle la oportunidad. Han tenido que esperar que el equipo volviese a coquetear con el descenso por segundo año consecutivo para hacerle dar el salto definitivo al primer equipo.
Mendilibar le convocó en el primer 'stage' del Sevilla el pasado verano, pero ni el preparador vasco ni, luego, Diego Alonso se atrevieron a darle bola en partido oficial. La razón mediática y legal es que de hacerlo no podía bajar ya con el filial de nuevo por su edad. Pero existe otra corriente de pensamiento, como la de un servidor que escribe en estas líneas, que cree no se les permitió apostar por él para así darle más relevancia a los 'grandes' fichajes de Víctor Orta, como Mariano. Y si estoy equivocado, es para retirarle el carnet de entrenador a estos dos, porque no hay que ser un 'cazatalentos' nato para darse cuenta de las cualidades que tiene. Y si esto lo hace en los partidos, no me cabe duda que en los entrenamientos, sin presión alguna, será un auténtico espectáculo verle competir.
Cuestionado por el papel del jugador hispalense, el seleccionador Luis de la Fuente dijo lo siguiente: "Es un chico que me encanta. La energía de los jugadores de cantera es algo que me apasiona. Isaac lo está haciendo bien, pero tiene que seguir mejorando y creciendo y cada día ser más exigente".
También habló Simeone del que fue su verdugo el pasado domingo: "Es un chico que está trabajando muy bien y hace todo lo que un entrenador quiere de sus jugadores. Se compenetra muy bien con En-Nesyri, es agresivo, trabajan bien. Encima está marcando goles, no puedo más que mandar felicitaciones para el chico, porque está trabajando muy bien”.
Y es que a jugadores así, con esa hambre y esas ganas - además del talento - no hace falta hacerles un mayor seguimiento que un par de partidos. Eso sí, no lo queramos estrellar antes de tiempo. Afortunadamente para él ya no es un niño de 18 o 19 años y le ha costado mucho llegar a la cima, lo que le hará tener siempre los pies en el suelo. Tanto que esta temporada era la última posibilidad que tenía para hacerlo. Y lo ha conseguido casi sobre la bocina. No le mareen con la Eurocopa, porque debe estar centrado en su primer gran reto, alejar al Sevilla de la zona roja de la tabla lo máximo posible. Que no es poco.
Y por si a alguien se le olvida, antes que Isaac Romero, otro delantero, criado en Sevilla también, la está partiendo en el Alavés: Samu Omorodion. Sus nueve goles y la dificultad de casi todos ellos que firma le deben servir este año para ganarse un hueco en la lista definitiva para Alemania. Porque tiene algo que no tiene los Morata, Joselu y compañía. Es una fuerza sobrenatural de la naturaleza capaz de montar y culminar contragolpes él sólo, que baja y remata todo balón que le llega con nieve y, porque con su altura (1,93 m), puede ser el mejor desatascador para cuando el 'tikitakas' se vuelva previsible e inoperante. Como se utilizara en su día a un tal Fernando Llorente.