El Granada ha comenzado el curso tal y como lo terminó, con una derrota que duele. No fue tan dolorosa como la que encajó en la última jornada que disputó en la Liga EA Sports ante el Girona en Montilivi (7-0), pero sí fue amarga por ser el primer choque en la Liga Hypermotion ante su afición en el Nuevo Los Cármenes. Esta vez, el rival que le superó fue un Albacete que no se amilanó ante un recién descendido, dejando a las claras que esta temporada quiere luchar en cotas altas.
El choque arrancó con un conjunto local queriendo hacerse dueño del esférico, con posesión y oportunidades. Tanto es así que cuando más insistió acabó encontrando el gol. Un cabezazo imparable de Miguel Rubio tras una falta de Sergio Ruiz abrió la lata goleadora en la Liga Hypertensión. Era el minuto 29. Cerca estuvieron incluso de ampliar diferencias los del debutante Guillermo Abascal, con un Uzuni protagonista esta vez que no llegó en boca de gol por milímetros a un pase de Tsitaishvili, quien antes había dado un balón en el larguero.
El Albacete, lejos de arrojar la toalla, se puso el mono de trabajo y se fue a por el gol. Llegaron dos en apenas ocho minutos. Primero de la mano de Morcillo, que remató en el segundo palo un saque de banda largo de Álvaro Rodríguez prolongado de cabeza por Higinio. Éste segundo aprovechó el penalti señalado por un agarrón de Sergio Ruiz sobre Riki para darle la vuelta al luminoso en un visto y no visto. Al descanso, el Albacete se ponía por delante merced a la efectividad en ataque y las dudas de la defensa granadina atrás. A Jon García le anularon un tercer gol a pase de Fidel por fuera de juego del VAR.
En la segunda mitad, con dos cambios (uno por cada equipo, en el Granada debutó Trigueros) el cuadro local fue el protagonista del esférico, con un asedio sobre el área del Albacete en busca del empate que finalmente no lo encontró. De hecho, en el minuto 71 le anularan el gol del 2-2 a Miguel Rubio tras otro cabezazo a pase de Pablo Sáenz... también por un fuera de juego previo de Trigueros avisado por el VAR. Los manchegos apretaron con uñas y dientes para defenderse de las acometidas nazaríes hasta el pitido final para llevarse los tres primeros puntos del curso.