El Racing de Santander-Elche disputado ayer dejó dos imágenes insólitas en la elite del fútbol español. La primera la protagonizó el entrenador visitante, expulsando él mismo a un miembro de su cuerpo técnico en pleno partido tras discutir varias veces con él durante el transcurso del encuentro. Y la segunda fue obra del juez de la contienda, quien firmó la expulsión más injusta y menos humana en la historia de este deporte.
El jugador del equipo cántabro Iñigo Sainz-Maza fue expulsado por salir del banquillo para avisar al colegiado del partido Jon Ander González de la posibilidad de que un aficionado de la grada del Sardinero estuviera sufriendo un episodio de un paro cardiaco. Y así quedó reflejado en el acta del partido: "En el minuto 90 el jugador (6) Iñigo Sainz-Maza Serna fue expulsado por el siguiente motivo: Por levantarse del banquillo y salir del área técnica reclamando al cuarto árbitro que se parase el partido insistentemente por un incidente médico en la grada. Cuando se detiene el juego continuaba de pie fuera del área técnica sin llegar a oír lo que decía".
Al menos, el propio árbitro lo reconoció al realizar dicho escrito. Una vez publicado el acta, el Racing se está planteando seriamente la opción de poder recurrir ante el Comité de Disciplina dicha cartulina roja, ya que el aviso resultó ser cierto y los servicios sanitarios del Racing debieron activarse para atender a un espectador de 57 años que sufrió una doble parada cardiorrespiratoria.
Afortunadamente, la intervención del personal sanitario acabó salvándole la vida a este aficionado que, después, fue trasladado a un centro hospitalario, donde sigue en observación.
Ahora, el propio Jon Ander González podría ser expedientado por el CTA por no detener el juego como así manda el protocolo. Y el técnico local, José Alberto, no pudo evitar manifestar su opinión al respecto: "Íñigo estaba preocupado por lo que estaba pasando en la grada, no entendíamos que el árbitro no parase el juego ante un incidente de extrema gravedad. Nadie ha faltado el respeto a nadie, ha sido absurdo lo que se ha vivido".
Ya son varios los episodios de este tipo vividos en la presente temporada en los distintos campos de fútbol de Primera y Segunda División. El que tuvo peor desenlace fue el ocurrido durante el Granada-Athletic que se disputó el pasado mes de diciembre en el Nuevo Los Cármenes. El partido, finalmente, tuvo que suspenderse porque dicho aficionado falleció en la misma grada del estadio nazarí durante el transcurso del encuentro.