El Valladolid y el Mallorca han empatado, 3-3, en un partido muy competido, que comenzaron dominando los locales, gracias al gol de Kike en la primera mitad. El encuentro cambio de marcador de forma constante, del 1-0 se pasó al 1-2 y en el minuto 86 al 3-2 para los vallisoletanos. Vedat Muriqi de penalti hizo el empate definitivo en el minuto 94.
Había expectación entre los aficionados, ante el debut de Paulo Pezzolano al frente del banquillo blanquivioleta. Ante, finalmente, una línea defensiva visitante de cinco jugadores, los vallisoletanos vieron cerradas sus propuestas, si bien los laterales, tanto Fresneda como Lucas Rosa, se mostraron activos en los primeros compases del encuentro.
Aún así era la única forma con la que creaban relativo peligro cuando tenían el balón. De hecho, el verdadero peligro llegó de la mano de Amath, que en su primer acercamiento al área vallisoletana falló en su disparo, y este salió fuera de la portería y, en la segunda, encontró a Masip, quien impidió el primer tanto mallorquín. También el meta del Real Valladolid sería protagonista en otra de las buenas acciones de Amath, ya que le quitó el balón de los pies, frenando su llegada al área pequeña en solitario, para haber podido marcar a placer.
Lo que es el fútbol. Con el Mallorca con más mordiente ofensiva, creando peligro con el balón, el Real Valladolid sacó una buena jugada combinativa, que comenzó Roque Mesa y que, tras pase de Lucas Rosa, terminó en las botas de Kike Pérez, quien enlazó un gran disparo a la escuadra, para inaugurar el marcador en el José Zorrilla. Con ese solitario tanto se llegaba al descanso.
La primera oportunidad tras la reanudación la tuvo Plano, pero su disparo fue desviado por Rajkovic. Y sin tiempo para digerir ese fallo, Muriqi aprovechaba el centro de Maffeo para rematar y añadir otro tanto a su casillero particular, empatando así el choque. Hizo justicia con ese gol, puesto que los de Aguirre habían sido más incisivos en ataque. No solo supuso una inyección para el equipo de Mallorca, lo que dejó claro con otro gol, tras un rechace posterior a la falta sacada por Kang-In Lee, Morlanes enganchó el balón para sorprender a Masip.
Y Pezzolano movió el banquillo, en busca de revulsivos. Los encontró de manera inmediata, ya que dos de los jugadores que entraban al campo participaron en la jugada que supuso el empate. Iván Sánchez rescataba un balón que iba a perderse por la línea de fondo para terminar encontrando a Amallah, quien con un potente disparo, logró marcar, sin que Rajkovic pudiera hacer nada para evitarlo.A partir de ese momento, el Real Valladolid inició un asedio al área contraria, ante un Mallorca que se vio desbordado por ese empuje blanquivioleta, aunque fue Masip el que se encargó de impedir otro tanto. No había forma de detener esa intensidad impuesta por los blanquivioletas, que añadían más leña con la entrada de Kenedy y Monchu, quienes fueron los artífices del tercer tanto del Real Valladolid, con el centro de Kenedy y el impresionante remate, de cabeza, de Monchu, que levantó a la afición de sus asientos.
El partido no había terminado. Y todo cuenta entre dos equipos que luchan por la victoria. En este caso, la mano de Larin dentro del área supuso un penalti, que señalizó el árbitro tras consultar con el VAR. Muriqi lo transformó y con su tanto número 12 en esta liga estableció el definitivo 3-3.