Valladolid
At. Madrid
El asiento del palco desde donde Paulo Pezzolano veía a su equipo frente al Atleti se hacía cada vez más pequeño. El uruguayo se tapaba con sus piernas, con sus manos o con su abrigo cada vez que las cámaras apuntaban a su sitio. El entrenador blanquivioleta se encontraba sancionado y no pudo estar sobre el césped para dirigir a su equipo, aunque sí que estuvo comunicado con su segundo, Camilo Speranza, a través de un walkie-talkie. Un bochorno con todas las letras frente a un Atlético de Madrid que le endosó una manita en casa fruto de su gran estado de forma.
Durante el encuentro, en el que ya hubo gente que se marchó alrededor del minuto 30 para sus casas tras encajar el 0-3 de Rodrigo De Paul, estuvo marcado por la gran insistencia de las gradas de Pucela en la marcha del entrenador uruguayo y la dimisión de Ronaldo Nazario como presidente. Incluso se escucharon algunos 'olés' como burla por el partido que estaban realizando sus jugadores. Eso sí, el Ruiz Zorrilla fue respetuoso con la ovación a Antoine Griezmann, que supo reconocer la trayectoria y la calidad del francés.
Los pucelanos apenas generaron oportunidades sobre la portería de Jan Oblak. Tan solo un disparo de Iván Sánchez que se estrelló en el travesaño y más tarde un remate de Mario Martín que hizo estirarse al esloveno a pesar de que la jugada estaba invalidada. Además, el Real Valladolid sufrió la baja de Selim Amallah, que a los diez minutos de juego ya hacía mover el banquillo a Pezzolano.
Perdón a la afición: "Pedir la disculpa a la afición y a todos, no estuvimos a la altura, el rival fue superior y fuimos muy vulnerables. Rescatable como los chicos dieron la cara en el segundo tiempo, pero nada más. Mucha autocrítica, ser hombres, dar la cara y trabajar. En estos momentos es cuando se ven los hombres".
Dar la cara: "Un hombre siempre da la cara y hay que ir para adelante".
Se ve con fuerzas de seguir: "Nosotros pensamos que esta plantilla sí da para salvarse. Viene un partido contra un rival directo, se puede revertir la situación. Es un momento difícil, estamos todos dolidos. Un hombre va para delante y da la cara. Trabajo, trabajo y trabajo para revertirlo. No me conocen, si no confiara en esto no estaría acá. No me fijo en lo que diga el público, la fuerza no hay manera de quitármela".