El Real Valladolid lo ha conseguido. Al fin, el cuadro pucelano ya se puede considerar equipo de LaLiga EA Sports. La escuadra blanquivioleta, una de las grandes favoritas para conseguir este objetivo, ha accedido de nuevo a la máxima categoría de nuestro fútbol este domingo. Lo ha hecho después de ganar por 3-2 al Villarreal B, en un loco encuentro que se ha tenido que decidir en el tiempo de descuento. Después de los dos tantos de los amarillos, en apenas seis minutos, Meseguer y Diallo, de penalti, le han dado tres puntos muy especiales. La entidad castellano-leonesa volverá a codearse con los mejores equipos de nuestro país, y lo ha hecho en medio de la euforia desatada en las gradas del José Zorrilla.
El técnico, a pesar de conseguir el gran objetivo del club, sigue peleado con su hinchada, a la que se ha enfrentado públicamente en los últimos meses en varias ocasiones, con claros ‘recados’ en sala de prensa incluidos. Uno de los más dolientes se produjo cuando llegó a afirmar que el equipo adolecía de una masa social "competitiva”. Por ello, ha dejado claro que es una figura de lo más polémica en Valladolid. El día del ascenso no ha sido una excepción, y los seguidores pucelanos han vuelto a ser tajantes sobre la figura de su entrenador, permanentemente en el punto de mira.
A pesar de la alegría que se ha generado por la consecución de su gran meta, el respetable del José Zorrilla ha sido más que contundente con el uruguayo. En varias ocasiones, después de que se pitase el final de uno de los duelos más vibrantes de los últimos tiempos en Valladolid, la grada ha sido un clamor. “Pezzolano, dimisión”. Lejos de aguantar, se ha enfrentado al público, alzando los brazos al aire y jaleándoles, pidiéndoles más, formando una imagen de lo más surrealista y que no dejará indiferente a nadie. “Demostramos lo que es un uruguayo. Cuidado con los uruguayos porque tenemos algo que no hay en otros lados. Agradecido a la institución y a gran parte de esta ciudad. Ha sido una temporada durísima”, comentó, en unas declaraciones recogidas por Relevo.
Cierto es que, en medio de los pitos, fue manteado por sus futbolistas, pero la opinión de la afición ha vuelto a quedar demostrada. Todavía no se sabe lo que va a pasar con un Pezzolano que, a pesar de lograr el ascenso, podría abandonar el Valladolid. Con nulas relaciones con el público, el propietario, Ronaldo, se encuentra ante un duro dilema. Solo queda esperar a lo que suceda en un club en el que la alegría y la ira se mezclan a partes iguales.