El ‘caso Juma Bah’ sigue coleando. A pesar de que ya se ha hecho oficial que el joven defensor, quien ha fichado por el Manchester City y ha sido cedido posteriormente al Lens, ha dejado el Valladolid en una situación muy ‘sui-generis’, lo cierto es que todavía quedan cuentas pendientes entre el jugador y el conjunto pucelano. No en vano, hay que recordar el durísimo comunicado que emitió la entidad propiedad de Ronaldo, quien sigue en el punto de mira de su afición.
Después del duro ‘recado’ que recibió el de Sierra Leona, lo cierto es que su entorno no está dispuesto a quedarse callado. Ante las graves acusaciones que vertió el Valladolid en su texto, han pasado unos días, pero ha sido su agente, Patrick Mörk, el que ha roto su silencio. No en vano, fue señalado directamente, ya que se consideró que se negó a que su representado firmara una mejora de sus condiciones.
En sus redes sociales, el agente ha querido ser lo más claro posible sobre una entidad cuya gestión del asunto ha estado lejos de ser la idónea. Desde su punto de vista, considera que "en mis casi 40 años como agente de futbolistas he llevado a cabo infinidad de acuerdos y traspasos con equipos de fútbol de todo el mundo y jamás me he visto en una situación tan absurda, irreal y sinsentido como la que estoy viviendo ahora. Lamentablemente, las manifestaciones realizadas por la Directiva del Real Valladolid me llevan a escribir estas líneas".
"Quiero empezar recordando que, para que Juma recalara en Valladolid, tuve que abonar los costes de viaje y alojamiento de los ojeadores del Real Valladolid, invirtiendo mi dinero. Asumí los gastos porque sabía que era una inversión segura y beneficiosa para todos. Además, cuando el Club decidió ficharle, se consigue un contrato de cesión con opción de compra, evitando con ello todo riesgo económico, y se negocia un contrato de trabajo con el futbolista a través de mi persona. Para ese contrato, consciente de que contrataba a un chico joven y desconocido pero que destacaba por su enorme potencial, el Real Valladolid exigió unas condiciones que se aceptaron prácticamente sin oposición ni negociación. Parte de estas condiciones fue una cláusula de rescisión donde el Club estipulaba el precio del futbolista para una terminación automática del contrato", expresaba.
"Ya con Juma contratado, el Real Valladolid me encargó la venta de los derechos federativos del jugador para así obtener un rendimiento económico e hizo especial referencia a la cláusula de rescisión como una posibilidad para llevar a cabo el traspaso. En cumplimiento de esto, presenté varias ofertas desde antes de la apertura de este mercado de fichajes. Algunos clubes ofertaron incluso más del precio fijado por la cláusula de rescisión, pero el Real Valladolid no aceptó ninguna".
"Uno de estos clubes mostró un interés especial por Juma y, tras intentar una negociación amistosa, decidió, de forma voluntaria, consciente y analizando la situación en su conjunto, abonar el precio de la cláusula de rescisión para liberar al jugador de su contrato con el Real Valladolid y proceder a su contratación. Procedimiento que, lejos de las calumnias que se vienen diciendo, está amparado en la legalidad. Es más, me atrevería a decir que no hay nada éticamente reprochable en abonar el precio establecido en un contrato y aceptado por las partes contratantes. Lo que sí es reprochable, ética e incluso jurídicamente, es que los dirigentes del Real Valladolid mientan y difamen para esconder sus decisiones previas", consideraba.
"Ante el reciente comportamiento de la Directiva del Real Valladolid, quiero aclarar que, ni Juma ni yo, su agente, rechazamos el cambio de ficha del equipo juvenil al equipo filial o al primer equipo. Eso es absoluta y rotundamente falso. Es más, el Real Valladolid jamás se puso en contacto con nosotros para realizar ese cambio de licencia. Tampoco es cierto que negáramos una renovación del contrato con una mejora de las condiciones salariales. El Real Valladolid nos envió una propuesta donde se mejoraban las condiciones económicas del jugador (aun así bajas comparadas con el resto de la plantilla y su rendimiento) haciéndolo coincidir con el ejercicio de la opción de compra. Sin embargo, y habiendo dado el visto bueno a esta mejora, nunca se comunicó nada más al respecto".
"Por lo tanto, quiero manifestar que he actuado con total profesionalidad, siempre conforme a la estricta legalidad y a los máximos estándares éticos, y que fue el Real Valladolid el que, primero, no cumplió con sus compromisos contractuales y, segundo, me está calumniando e injuriando de forma indecente. Ante estas actuaciones, me plantearé, llegado el caso, el ejercicio de todas las acciones judiciales que resulten necesarias y oportunas al juicio de mis abogados", concluyó.