El entrenador del Real Valladolid, Paulo Pezzolano, ha sido sancionado por unas declaraciones realizadas en el pasado mes de abril tras un partido ante el Club Atlético de Madrid. Así lo ha comunicado este jueves el conjunto blanquivioleta tras la decisión del Tribunal Administrativo del Deporte de refrendar la decisión del Comité de Competición de la Real Federación Española de Fútbol.
En el club aseguran que la sanción es excesiva para Paulo Pezzolano. “Es un castigo absolutamente desproporcionado puesto que supondrá que prácticamente se perderá un 10% de la competición. Somos conscientes de que cuatro encuentros son el mínimo recogido por el código disciplinario, pero creemos que es muy lesivo para los intereses de los hipotéticos afectados y que es necesario modificarlo con vistas a la presente temporada".
Tal es el descontento del Real Valladolid, que reconocen su intención de acudir a la Justicia Ordinaria “para defender la libertad de expresión dentro del fútbol”. En este sentido, el comunicado relata que “ El Real Valladolid reitera respeta las decisiones de los órganos competentes, pero consideran que se trata de una sanción muy elevada y que supone un agravio comparativo con otras situaciones similares”.
La sanción viene derivada de unas declaraciones realizadas por Paulo Pezzolano tras el partido liguero ante el Club Atlético de Madrid disputado el pasado 30 de abril. Con 2-3 en el marcador y en plena segunda parte del choque, la entidad pucelana pidió un penalti a su favor por manos de Saúl Ñíguez. Pese a las protestas, ni el colegiado de campo, Mateu Lahoz, ni quien estaba en el VAR, decidieron decretar la pena máxima. Esto fue lo que hizo estallar al entrenador de los vallisoletanos quien realizó las siguientes declaraciones:
"La derrota ha sido dolorosa por el penalti por mano que no se ha pitado. Resulta totalmente inexplicable. Me parece increíble que gente que está delante de un ordenador, que está específicamente para estas cosas, no señale el penalti, cuando ha sido una mano clara".
"Me voy disgustado porque después del 3-2 llegaba ese penalti por mano, que no se pitó. Esos detalles no me gustan. Y tengo claro que jugando así, compitiendo así, ganaremos más veces de las que perderemos y ante el Rayo iremos a por todo. Aquí hay muchas familias detrás, para sacar el club adelante, para hacer que el Valladolid esté donde se merece y se merece más respeto. Nos ha matado esa injusticia que no puede existir".