La situación del Real Valladolid es ciertamente complicada, y no solo porque esté en puestos de descenso a Segunda división con tan solo nueve puntos. Los pucelanos hace tiempo que se están viendo con el agua al cuello en materia económica y las últimas decisiones tampoco están ayudando a mejorar tal panorama. Ronaldo ya dijo hace tiempo que debían ceñirse a una complicada realidad financiera, la cual se traduce en incapacidad para reforzar al equipo como se debe, caso por ejemplo de un lateral izquierdo huérfano de componentes y que ha terminado heredando Lucas Rosa a pierna cambiada. No extraña, y es que el petardazo económico del Valladolid está plenamente confirmado.
Lejos de hundirse por cometer una locura en un traspaso o tener un error puntual, hablamos de un mal endémico que le ha llevado a ir contratando jugadores a alto coste sin que el posterior rendimiento sobre el verde justifique tal esfuerzo. Así, se ha terminado dando forma a una economía que no puede de sostener el proyecto y que se vislumbra incapaz de darle un vuelco en enero, cuando es seguro que hará falta que lleguen caras nuevas.
Entrando más en detalle, podemos empezar hablando de Kenedy. Con uno de los salarios más altos del club y contrato hasta el 30 de junio de 2027, el brasileño está teniendo una aportación casi nula en el presente y Paulo Pezzolano parece cansado de esperarle. Más claro: a estas alturas es simplemente un freno económico.
Y hay más. Meseguer ha sido titular dos veces y tiene contrato hasta 2029, Amath Ndiaye acaba igualmente en 2029 y ha saltado al terreno de juego en seis de los 12 partidos que se llevan disputados en LaLiga EA Sports, Marcos André también tiene un acuerdo firmado hasta 2029 y simplemente nunca ha rendido, Darwin Machís no se irá hasta 2026... Sí, son demasiadas piedras en un camino construido en casa, y es que además en la mayoría de los casos tienen sueldos importantes.
Pese a todas las dificultades expuestas, el Valladolid hizo un esfuerzo en verano para hacerse con los servicios de Juanmi Latasa, delantero por el que pagó 5 millones al Real Madrid para adquirir el 50 por ciento del pase. Sin duda es uno de los fichajes más caros de la historia del club, teniendo además un gran salario. No pintaba mal, pero en el presente se está traduciendo en otro patinazo. Van cinco titularidades en liga, cero goles y además ahora está lesionado. Tiene tiempo para levantar el vuelo, pero no parece sencillo que lo consiga.