El Real Valladolid ha cerrado el mercado con más sombras que luces. Esa es la realidad. Por un lado hay carencias que no se han cubierto –principalmente un lateral izquierdo en el que actúa Lucas Rosa a pierna cambiada–, y por otro se ha posibilitado que aparezcan otras nuevas con la venta a última hora de Boyomo a CA Osasuna, el central más en forma del equipo en el inicio de LaLiga EA Sports. Con tal panorama se ha sentado ante los medios Domingo Catoira, director deportivo de la entidad blanquivioleta, para hacer balance de lo acontecido.
"Nosotros hicimos una perspectiva de trabajo al inicio del mercado, una vez conseguido el ascenso, en la que obviamente ha habido cambios derivados de diferentes circunstancias a las que nos hemos ido adaptando. Hemos confeccionado la plantilla que, en parte, teníamos en mente. Habíamos preparado para este mercado en torno a seis o siete incorporaciones, dejando una en el aire en función de situaciones que se pudieran dar. Han sido cinco, más las compras obligadas, y, en ese sentido, estamos relativamente satisfechos, porque creo que hemos confeccionado una plantilla competitiva en la que creemos a ciegas", expresa.
Como era de esperar, uno de los temas de la rueda de prensa ha sido su relación con el entrenador Paulo Pezzolano, ya que este segundo había pedido refuerzos que no han llegado, como es el caso del lateral izquierdo. Catoira asegura que no hay problema alguno pese a que en las últimas fechas de han contradicho mutuamente.
"Le hicimos cómplice desde el día uno de la situación deportiva y de la económica, de todos los jugadores que iban a llegar y priorizando a los jugadores que fueron llegando en cada momento. Compartimos esa necesidad del lateral zurdo específico porque nos hubiera dado más herramientas, pero es conocedor de todas las dificultades y tenemos una dirección y un camino único, que es perseguir la permanencia", señala.
Aunque esa sea la versión más oficial de lo acontecido, lo cierto es que han sido horas tensas. Por un lado el entrenador declaraba que el lateral tenía que llegar y que era preciso que arribase uno que incluso mejorase a Lucas Rosa para que fuese competencia por el puesto. Mientras, Catoira le lanza un dardo al recalcar que no pasa nada y que no reforzar tal posición entraba dentro de lo previsto.
"Habríamos estado más contentos si hubiera llegado un lateral específico, pero no ha podido llegar y no pasa nada. Era algo que podía ocurrir. Lo teníamos hablado y asimilado de antes", sentencia.
Sin duda ha sido la situación más inesperada en el Valladolid. Si bien se conocía desde hacía tiempo el interés de CA Osasuna, parecía que los pucelanos no soltarían a una de sus piezas más importantes. Finalmente lo hicieron y esta es la explicación de Catoira.
"Ha venido un jugador, que es Cenk, en su lugar, pero, además, las ventas no te impactan de manera directa; lo que nosotros podíamos utilizar de la venta de Boyomo es el salario y la amortización que te deja, no el remanente una vez descontado todo eso. Eso te impacta en la temporada que viene, e insisto, hay que cubrir una serie de objetivos anuales que, incluso a día de hoy, no están cubiertos a 30 de junio con Monchu y Boyomo. Tenemos que ser conscientes de la realidad del club y de lo que te permite LaLiga. Podríamos haber continuado teniendo a Boyomo, aunque estaríamos más lejos en lo económico; hemos buscado un equilibrio. Hemos hecho la venta porque las tres partes, incluido el jugador, estábamos de acuerdo y salíamos beneficiadas", sentencia.