Una tormentosa pesadilla en la que la Real Sociedad no consigue despertarse

Nuevo mazazo médico para la Real Sociedad y para el delantero sevillano Carlos Fernández, que tendrá que volver a pasar por el quirófano y que lleva viviendo un infierno de lesiones desde su llegada a San Sebastián

Una tormentosa pesadilla en la que la Real Sociedad no consigue despertarse
Carlos Fernández, en concreto, y la Real Sociedad, en general, viven una pesadilla interminable en forma de lesiones. - Real Sociedad
Aitor TorviscoAitor Torvisco 5 min lectura

La Real Sociedad parece condenado a revivir una y otra vez el mismo sueño desagradable. Una insistente pesadilla con lesiones graves que ataca de manera recurrente las rodillas de casi todos los delanteros que se enfundan la camiseta blanquiazul y de la que el club donostiarra no consigue despertar. Nadie encarna mejor el sufrimiento por esta maldición que Carlos Fernández, delantero de 27 años que atraviesa un infierno de interminables problemas físicos desde su fichaje en el mercado invernal de 2021, procedente del Sevilla FC (conserva un 20 por ciento de sus derechos) y a cambio de la nada despreciable cifra de 10 millones de euros tras haber irrumpido en LaLiga en una excelente temporada como cedido en el Granada CF. El espigado '9' de Castilleja de Guzmán (Sevilla) deberá volver a pasar por el quirófano en el enésimo hándicap en su deseo de brillar como 'txuri-urdin'.

"Carlos Fernández será intervenido quirúrgicamente el próximo domingo, 4 de febrero, por una lesión meniscal en su rodilla derecha", explica un escueto comunicado firmado por los servicios médicos de la Real Sociedad, sin especificar el tiempo que estará de baja el ariete andaluz, que en cualquier caso será baja segura durante todo el maratón de partidos que su equipo afronta en este mes de febrero, decisivos para los objetivos del club en tres competiciones en liza: cuatro jornadas más de LaLiga, el doble compromiso de las semifinales de la Copa del Rey y los octavos de final de la UEFA Champions League.

El '9' había desaparecido de las últimas convocatorias de Imanol Alguacil en el también ajetreado mes de enero debido a las molestias que sufría en dicha rodilla. La última vez que pudo tener minutos fue el pasado 7 de enero en Málaga, en la segunda ronda de la Copa del Rey. Antes, entre finales de noviembre y principios de diciembre de 2023, ya había estado varias semanas apartado de la dinámica grupal por molestias que no le dejan sentirse cómodo ni jugar sin dolor. De ahí que todas las partes hayan decidido la siempre drástica vía de la operación.

La noticia del enésimo K.O. de Carlos llega apenas una semanas después de que el lateral izquierdo Ahien Muñoz sufriese la tan temida rotura del ligamento cruzado anterior de su rodilla izquierda y con la misma lesión lleva mucho tiempo de baja (y sin ficha federativa) el talentoso Martín Merquelanz. Antes, en la Real Sociedad vivieron el mismo infortunio Mikel Oyarzabal y Umar Sadiq, que sigue intentando recuperar su mejor versión ante la necesidad de Imanol en la punta de ataque, pues André Silva también ha enlazado diferentes convalecencias que le impiden estar en condiciones.

El historial de lesiones de Carlos Fernández

Carlos Fernández se rompió por primera vez el ligamento cruzado de su rodilla en la 16/17, cuando era jugador del Sevilla Atlético y sufrió una lesión de menisco en la 18/19, cuando estaba cedido en el Deportivo de La Coruña. Nada más llegar a la Real Sociedad, en enero de 2021, estuvo dos meses de baja por una dolencia muscular y, cuando por fin arrancaba en la pretemporada de la 21/22 sufrió otra rotura de cruzado que le tuvo 334 días apartado del equipo donostiarra.

El inicio de la 22/23 tampoco fue sencillo, con varios problemas musculares que prácticamente le impidieron jugar con continuidad hasta la recta final de curso. En la 23/24 empezó jugando pero tampoco se ha librado de las constantes interrupciones y sólo suma 558 minutos en 16 partidos oficiales entre Liga, Champions y Copa. Ahora, vuelve al quirófano para intentar tocar la tecla adecuada y aprovechar este resiliencia obligada para volver aún más fuerte mentalmente y luchar por demostrar, de una vez por todas, que tiene calidad de sobra para dejar huella en San Sebastián.