La Real Sociedad necesita gol. En estas cinco temporadas seguidas jugando en Europa, el equipo de Imanol Alguacil ha dado un enorme salto de calidad en todas las líneas menos en la delantera, donde entre la maldición de las lesiones y las sequías inesperadas la producción ha sido ínfima -nueve goles entre Sadiq, André Silva y Carlos Fernández en la 23/24-. Una de las obsesiones de la directiva es mejorar mucho su capacidad de pegada y, para ello, más allá de asumir que no se ha acertado con las últimas elecciones, lo primero es saber amarrar la pólvora que ya tienen en Zubieta. Para ello, este lunes ha blindado el gol del mañana con la renovación del prometedor Ibai Cabo, al que ata hasta 2027 haciéndole su primer contrato profesional y poniéndole una cláusula anti-robo.
Sin salir de la plantilla actual ni retroceder en el tiempo, la prolífica cantera donostiarra ha proporcionado al primer equipo de la Real Sociedad centrales de primer nivel como Robin Le Normand, Igor Zubeldia, Jon Pacheco y Jon Martin, centrocampistas como Martín Zubimendi y Beñat Turrientes o extremos incisivos como Ander Barrenetxea, por nombrar sólo algunos ejemplos destacados. Sin embargo, en ataque no destaca nadie de la casa desde Mikel Oyarzabal. Y eso es demasiado tiempo.
El ariete que más cerca ha estado de abrirse camino en la elite es Jon Karrikaburu, pero después de hincharse a marcar goles en categorías inferiores, se estancó tras promocionar y ha perdido fuelle en sus cesiones a Alavés y Andorra. Para colmo, los dos últimos artilleros del Sanse han acabado marchándose al Athletic Club. Primero fue Javier Martón, hace ahora un año, y este verano seguirá el mismo camino Ekain Azkune, mejor artillero del filial este curso con 12 dianas. En este sentido, la renovación de Ibai Cabo se puede leer como un portazo para que no se escape más talento. Y menos aún al eterno rival.
Ha sido la propia agencia de representación de Cabo, RG Football, la que ha anunciado la buena nueva compartiendo a través de sus perfiles en redes sociales fotografías que inmortalizaron el momento de la firma de este primer contrato profesional que reconoce la ilusionante progresión del delantero nacido en 2006, que llegó hace dos años del Bergara en edad Cadete y que en esta campaña que acaba de concluir ha sido el 'pichichi' del Juvenil A de la Real Sociedad con 15 goles.
Además de una lógica mejora en sus condiciones salariales y de la ampliación por tres años más, el futbolista se asegura empezar el curso con el segundo filial en Segunda RFEF, con vistas a dar pronto el salto al Sanse, y queda blindado con una cláusula de 30 millones de euros -cifra estándar para canteranos de Zubieta con contrato profesional-.