La competencia entre la Real Sociedad y el Athletic Club por el dominio de las categorías inferiores en el País Vasco sigue en aumento. La Real Sociedad está a punto de cerrar un convenio con el Aviron Bayonnais, poniendo fin a su contrato con el Athletic Club. Este movimiento refuerza la intensa rivalidad entre los dos equipos vascos en la captación y formación de jóvenes talentos, prometiendo más capítulos en esta saga a lo largo del verano.
Esta maniobra es positiva para los intereses de la Real Sociedad, pero también tiene su contrapartida. Mientras que la Real Sociedad se asegura al Aviron, el Athletic Club ha logrado convenios con el Croises Bayonne y el JA Biarritz. Este intercambio de alianzas en Iparralde es significativo, especialmente porque el Croises Bayonne es reconocido como uno de los clubes que mejor trabaja en las categorías inferiores. Para ponerlo en contexto, este club podría compararse con el Antiguoko en Gipuzkoa, mientras que el Aviron se asemeja más a un club que da mayor importancia a su primer equipo.
Esta es la primera operación que cierra Sylvain de Weerdt, quien recientemente dejó de ser el jefe de ojeadores de la Real Sociedad en la zona después de diez años para unirse a la estructura de Lezama del Athletic Club. Este cambio en los acuerdos de cantera demuestra la agresiva estrategia de ambos clubes para dominar el talento juvenil en la región.
El Aviron Bayonnais ya fue un club convenido con la Real Sociedad durante una década, hasta 2008, cuando el Athletic Club, bajo la presidencia de García Macua, decidió intervenir en Iparralde para intentar controlar el vivero de jóvenes promesas. Sin embargo, en todo este tiempo, ningún futbolista ha llegado al primer equipo del Athletic Club, ni siquiera ha estado cerca de hacerlo.
Para la Real Sociedad, convencer a los jugadores jóvenes y facilitar el tráfico entre ambos clubes es más sencillo gracias a una ventaja legislativa. La legislación francesa permite que un club extranjero incorpore a menores de 16 años si el centro de entrenamiento se encuentra a menos de 50 kilómetros de la frontera y el jugador vive a no más de 50 kilómetros de esa frontera. Sin embargo, el joven debe seguir viviendo con sus padres y ambas federaciones deben aprobar la operación.
Este reciente cambio en los clubes convenidos podría tener importantes consecuencias en el futuro del fútbol juvenil en la región. La Real Sociedad, al recuperar el convenio con el Aviron, puede aprovechar esta alianza para fortalecer su cantera con jóvenes talentos de Iparralde, mientras que el Athletic Club intentará maximizar su nueva relación con el Croises Bayonne y el JA Biarritz.
La rivalidad entre la Real Sociedad y el Athletic Club no da señales de disminuir. Con cada equipo buscando asegurar el mejor talento joven, el panorama de las categorías inferiores en el País Vasco e Iparralde se vuelve cada vez más competitivo. A medida que avanza el verano, será interesante ver qué otros movimientos realizarán ambos clubes en esta guerra de canteras.