Imanol Alguacil, un entrenador con las ideas muy claras y los mensajes muy directos. Compareció ante las cámaras y los micrófonos de Movistar LaLiga y dejó unas palabras que pueden ser consideradas como una gran rajada. Estaba caliente y necesitaba desahogarse antes de entrar al vestuario. Y se despachó a gusto.
Muy molesto de haber perdido un partido que tuvo controlado de principio a fin, el técnico vasco señaló, sin embargo, como "justo vencedor" al equipo de Xavi Hernández: "Sí ha sido merecida porque ellos han materializado la ocasión que han tenido y nosotros no".
Cuestionado por si la falta de gol ha sido lo que ha penalizado a su equipo en el encuentro, el preparador realista confirmó otra cuestión clave para él: "No solo ha sido eso, sino también cómo hemos defendido al final del partido. No sólo en la jugada del gol, sino también minutos antes en la de Gavi".
En este sentido, quiso rectificar luego cuando le preguntaron a qué pudo deberse esta falta de concentración de los suyos en la recta final del choque: "Lo achaco al mérito del Barcelona y ya está". No quiso hacer más sangre en su análisis.
Sobre cómo de difícil ve levantar al equipo tras este enorme varapalo, Imanol se mostró tranquilo: "No me preocupa cómo levantaremos al vestuario porque ya lo hemos hecho otras veces y lo volveremos a hacer".
Con un rostro muy serio y pocas palabras terminó su primera entrevista tras el partido. Porque hoy su equipo fue mejor que el azulgrana y mereció más. Aunque para Imanol sólo lo merece quien es capaz de aprovechar sus ocasiones. No quiso señalar a nadie, pero seguro que en el vestuario al entrar sí lo hizo. Sobre todo, porque el error en la marca pudo ser de uno de sus cambios.
Con esta derrota se alejan de los puestos de 'Champions' e incluso empieza a peligrar su presencia en Europa el próximo curso. No quiso entrar ni a valorar la jugada polémica del penalti a Oyarzábal. Se fue del césped sin entender esa relajación final de los suyos después de un enorme trabajo. Incluso amenazó con golpear la pantalla del VAR cuando se marchaba del campo. Casi pierde los papeles, pero no llegó a ejecutar dicha acción y, al menos, evitó una dura sanción. Le toca a Imanol levantar a los suyos, respirar y contar hasta diez.