El tiempo ha dado la razón a Roberto Olabe, director deportivo de la Real Sociedad, y a Imanol Alguacil. Unos tres meses después de su llegada en enero, Sheraldo Becker se ha convertido con la elástica ‘txuri urdin’ en ese jugador diferencial que tanto buscaban. Y además lo han hecho mediante un negocio redondo.
El internacional por Surinam arribó procedente del Unión Berlín a cambio de dos millones de euros, después de que la Real Sociedad le diera boleto a Mohamed Ali Cho a cambio de diez kilos con destino al Niza. Un movimiento inteligentísimo en lo económico, pues Cho no se había adaptado a Anoeta y nunca llegó a ser el sustituto ideal de Portu, y también en lo deportivo, como el tiempo ha reconocido.
Sheraldo Becker se ha convertido en ese futbolista diferencial que no había en la plantilla de Imanol; ese futbolista que no pide la pelota al pie y que es capaz de buscar la espalda de la zaga rival. No es asociativo, como suele ser la tónica habitual en el vestuario de la Real. Un futbolista más vertical, que explora espacios y que se asemeja mucho más al rol que desempeñaba Portu.
Con un contrato por lo que resta de curso más otras dos temporadas, las sensaciones de estos meses invitan a pensar que el acierto ha sido total. Hasta la fecha acumula 14 partidos con la Real Sociedad; un total de 722 minutos en los que ha participado en los últimos cinco goles de la Real Sociedad; en total, tres goles y dos asistencias.
Imanol, como no puede ser de otra forma, está encantado con su rendimiento, habiendo dejado ya en el banquillo en varios encuentros a la estrella japonesa de la Real Take Kubo. Su actitud y esfuerzo están por descontado, de ahí que se haya convertido en la alternativa perfecta para que Imanol pueda desatascar ciertos partidos. Y no es para menos, con tres goles y dos asistencias que se antojan clave para que la Real Sociedad siga viva en la lucha por mantener los puestos con derecho a Europa League el curso que viene, con el Betis acechando.
En San Sebastián lo tienen claro y Becker es, hoy por hoy, una de las pocas alegrías que ofrece la vanguardia de la Real Sociedad, que el próximo verano pondrá en la rampa de salida a tres de sus delanteros; uno de ellos, André Silva, que acabará cesión y al que no se tratará retener. Sadiq y Carlos Fernández también están sentenciados.