Imanol sonríe con Brais Méndez

La Real Sociedad empieza a respirar acerca del estado físico de Brais Méndez. El ex del Celta, quien se había establecido como un pilar para Imanol Alguacil, sufrió una dura lesión durante una sesión de entrenamiento en Zubieta, lo que le obligó a tener que pasar por quirófano. Este fue un varapalo para el conjunto donostiarra, que tenía que afrontar un exigente final de temporada sin una de sus grandes estrellas. Ahora, para alegría de los seguidores ‘txuri-urdin’, el centrocampista ha dado un paso adelante en su recuperación.

Brais Méndez le brinda una gran noticia a la Real Sociedad

Apenas 28 días después de tener que ser intervenido quirúrgicamente, ha podido entrenarse con normalidad junto al resto de sus compañeros. Poco a poco, ha ido avanzando en una rehabilitación que puede llenar de esperanza al conjunto vasco, que le necesita de cara al final de esta temporada. Esto, además, contradice a los pronósticos del club, que no esperaban que regresara en lo que quedaba de campeonato doméstico.

A falta de dos días para el decisivo encuentro que los de Imanol deben disputar ante el Real Madrid, las sensaciones no pueden ser más positivas con un futbolista que ha vuelto a los terrenos de juego en la mitad del tiempo que se había previsto. De hecho, no se descarta que pueda entrar en la lista de convocados ante los de Carlo Ancelotti, que buscan dar un golpe de efecto definitivo a LaLiga EA Sports. A pesar de que la Real no quiere correr riesgos con él, las posibilidades son infinitas acerca de Brais Méndez.

Brais, especialista en acortar plazos de recuperación

Esta vuelta, antes de tiempo, no ha sido la única que ha realizado el futbolista esta temporada. Tras romperse el cúbito en el duelo ante el Villarreal el pasado mes de diciembre, también tuvo que ser operado. A pesar de este proceso, valga la redundancia, Brais Méndez demostró que sus fases de rehabilitación son distintas al resto. En apenas 13 días, pudo estar de vuelta en la dinámica de grupo, asombrando a los servicios médicos y al cuerpo técnico, que no se podían creer lo que estaban viendo.