Con un año más de contrato por delante y 20 títulos a sus espaldas; entre ellos el Mundial de 2010 y las Eurocopas de 2008 y 2012 con España, David Silva se vio obligado a colgar las botas al romperse el cruzado. Días "difíciles" y de "mucha reflexión", como el propio futbolista canario reconoce en declaraciones a As, que este mes será distinguido por el citado diario por su exquisita trayectoria.
"A la hora de tomar la decisión de dejar el fútbol me ayudó haber tenido una carrera tan satisfactoria como la que por suerte he tenido. Tenía y tengo la conciencia tranquila", puntualiza el de Arguineguín, quien tiene una estatua en los aledaños del estadio del Manchester City y un campo de entrenamiento con su nombre en la ciudad deportiva del conjunto 'skyblue': "Es para estar muy agradecido y feliz. Tener una estatua en Mánchester me llena de orgullo, porque es un club y una afición que tengo muy presentes".
Pese a ello, también puntualiza que en España siempre se sintió "importante", aunque aquí, "si no juegas en el Real Madrid o en el Barcelona, cuesta más tener un reconocimiento mediático".
Al margen de esto, no tiene dudas Silva en destacar que "la figura de Luis Aragonés fue clave" a la hora de que llegaran los éxitos con la selección española: "Era un genio para armonizar al grupo". Pero no sólo Aragonés le ha marcado como técnico, pues Silva ha estado a las órdenes de muchos de ellos: Mendilibar, Quique, Koeman, Mancini, Pellegrini, Guardiola, Del Bosque, Imanol, Del Bosque... "Quizá me influyó mucho Mendilibar por ser el primero con el que realmente me sentí profesional", dice Silva, quien reconoce que con el vasco aprendió "a trabajar sin balón". "En el Eibar, solo por tener talento con el balón en los pies no servías. Con Mendilibar aprendí a presionar, defender, morder... Y hacer todo eso sin olvidarme de jugar también con el balón".
Por último, David Silva explica por qué eligió la Real Sociedad tras abandonar el City, teniendo proyectos de mucha más envergadura económica en Japón, MLS, China o Qatar. "Tenía diferentes opciones, la verdad. Quería seguir compitiendo al máximo nivel. Me hablaron muy bien de Imanol (Alguacil), que mi forma de jugar encajaría perfectamente en su estilo. Además, me sentí muy a gusto durante la etapa en la que viví en el País Vasco, cuando jugué en el Eibar, y San Sebastián es una ciudad espectacular".