El de Jon Pacheco es uno de esos nombres que salen de Zubieta ilusionando a la Real Sociedad con tener un futbolista de nivel para muchos años. Empezó muy joven pero avanzando con pasitos cortos: un partido en la 19/20, con sólo 18 años; otro en la 20/21 y 16 en la 21/22, aún con ficha del filial; para explotar como primera alternativa de Imanol Alguacil a la dupla Le Normand-Zubeldia con los 25 encuentros en la 22/23, 19 de ellos como titular y ya con ficha del primer equipo. La tónica creciente continuó en la pasada 23/24 con 31 participaciones hasta llegar a este inolvidable verano en el que se ha colgado al cuello la medalla de oro olímpica. El traspaso de hispano-francés le obligaba a prepararse para el gran salto. Asumía que le tocaba dar un paso adelante, pero le está costando. No le ayudó la irregular dinámica colectiva pero el fichaje de Nayef Aguerd, que ha subido el nivel defensivo y le ha devuelto al banquillo, lejos de meterle presión le ha liberado para poco a poco recuperar su mejor versión.
En este nervioso contexto, su gol del pasado jueves al Maccabi Tel Aviv ha supuesto un fortísimo refuerzo anímico en esta progesiva mejoría. Era su segundo tanto con el primer equipo, después del que hizo el curso pasado en LaLiga ante el Deportivo Alavés (0-1, jornada 30), y el primero que celebra en competición europea. "Estoy muy contento por el gol y por ayudar al equipo, lo más importante era sacar los tres puntos. Se te vienen muchas cosas a la cabeza después de marcar. Todo ayuda, el gol está claro, pero también jugar un buen partido. Creo que nos marchamos a casa con muchas cosas positivas tanto en lo colectivo como en lo individual. A seguir así", explicaba Pacheco en declaraciones a los medios del club donostiarra tras la cita en Belgrado.
Ni enfadado, ni decepcionado, ni con menos confianza... Pacheco valora la competencia y aprecia la llegada de un central con experiencia. Ya le dio la bienvenida pública a Mats Hummels cuando parecía que el elegido era el alemán y, en la misma línea, celebra la presencia de Aguerd: "Lo estoy llevando bien, Aguerd es un grandísimo jugador y una buena persona. Bastante tengo con preocuparme de lo mío. No había empezado la temporada como quería y no estaba dando mi mejor versión". "Aguerd es un espejo en el que mirarse. Desde el primer día vino con muchas ganas de ayudar. Habrá minutos y partidos para todos, pero es importante que cuando Imanol te ponga, puedas rendir. Cuando te toca jugar hay que dar tu mejor versión, es algo importante".
Ante el Maccabi jugaron juntos a pesar de que ambos tienen el mismo perfil. "En el primer equipo, desde que estoy yo, nunca habíamos jugado dos zurdos como centrales, aunque en categorías inferiores sí que lo había hecho con Yago Cantero. Me acuerdo que jugaba yo por la derecha. No choca tanto, la verdad, luego vemos siempre dos centrales diestros y no pasa nada. Si se pueden complementar bien… Es fútbol", añadía Pacheco, insistiendo en su profunda autocrítica a la hora de admitir que a inicios de curso no estaba dando el nivel que se esperaba de él.
"No he hablado mucho con Imanol, me tengo que centrar en mí mismo. Hasta ahora no he dado mi mejor versión. Si estoy bien, habrá minutos porque el calendario está muy cargado", reflexionaba, asumiendo las críticas como parte necesaria en su crecimiento pero sin machacarse ni obsesionarse con los comentarios negativos: "No me como la cabeza, intento no leer cosas que escribís vosotros porque si no te puedes volver loco. Intento hacer lo mío, mejorar cada día. Los medios de vez en cuando criticáis de manera constructiva y hay que aprender a lidiar con todo".
Así, toda su concentración está puesta en mejorar, individual y colectivamente, pues lo uno no sirve sin lo otro: "Creo que tenemos que dar pasos adelante, en lo colectivo nos ha costado un poco sobre todo por los errores, pero ahora ya se va viendo a una mejor Real, con otra cara, que va a por los tres puntos y nos empiezan a salir las cosas. Ojalá podamos ir sacando partidos adelante". "Seguimos teniendo pérdidas atrás que hay que corregir; pero ante el Maccabi había que ganar y se logró", añadió, celebrando la segunda victoria seguida -por primera vez este curso- tras el 0-1 en Girona. Ante Osasuna, este domingo, toca ir a por la tercera consecutiva.