Álex Martín3 min lecturaMuchas veces, se habla de que los equipos de fútbol, en general, han perdido su esencia, que se han ‘desconectado’ de sus aficionados. La Real Sociedad no es así, y, con su última iniciativa, ha demostrado que sus seguidores importan más que nunca. Con la presencia de su entrenador, Imanol Alguacil, han querido premiar la fidelidad de su socio más antiguo, el número 1, Juan José Ramos.
En los últimos días, el técnico de Orio se ha desplazado hasta la vivienda de este aficionado, que lleva siendo socio donostiarra desde los 10 años, tal y como informa el club. Ramos quien, gracias a sus buenas notas, fue premiado por su padre con el carnet, no se ha dado de baja desde entonces. Más de 80 años vinculado a una pasión que le ha hecho vivir grandes momentos, como los títulos conquistados, pero también malos, como los descensos y los años en los que el equipo permaneció en Segunda.
Nada más ver a su entrenador, el socio fue muy natural. “Mecagüen la mar, mira quien está aquí, esta es mi casa, estás en mi casa, qué alegría” le espetaba a un Imanol que había acudido para felicitarle el cumpleaños. “Imanol, aquí tienes un amigo grande para siempre”, expresaba, tras darse un abrazo con el preparador.
Durante la charla, también hablaron del Athletic, su eterno rival, quien conquistó en las últimas semanas la Copa del Rey 40 años después. “Espero que estés mucho tiempo con nosotros, Imanol. Y una cosa te voy a decir, este año te permito que terminemos donde estamos, pero ya está, eh, la broma hasta aquí. El año que viene otra vez ahí arriba tenemos que estar. Vamos a dejar que los vecinos del oeste disfruten una migaja, por un año; pero el año que viene ya nos toca otra vez a nosotros, eh”, expresaba Ramos, bajo la atenta mirada de su esposa y sus hijos.
Alguacil, quien le regaló una camiseta de la Real con el dorsal número ‘1’ a la espalda, disfrutó de las palabras de este aficionado, que se emocionó con el detalle. “¿Y con esto qué hago?” preguntaba. Repasando lo vivido con el equipo, expresó que había visto mucho, muchas cosas “de llorar y todo”. El técnico, risueño, le contestó: “¡Entonces has tenido que llorar mucho!”. La respuesta de Ramos evidencia lo que es la pasión y el amor por unos colores.
“Menos mal que ahora estáis muy bien y me dais muchas alegrías. Si no, un día voy a Zubieta y os la armo, ojo, a mí no me andéis con puñetas, no quiero disgustos”.