Gaizka Ayesa (Ansoain, Navarra, 2001) ha decidido dejar la Real Sociedad después de 11 años en el equipo guipuzcoano. En una emotiva carta, Ayesa ha compartido sus sentimientos y recuerdos, dejando claro que el tiempo que ha estado en el club txuri urdin ha sido fundamental para su crecimiento tanto profesional como personal.
El último día de Ayesa en la Real Sociedad no ha pasado desapercibido. El canterano se ha despedido recordando su etapa en el conjunto de San Sebastián: "Ha sido un viaje lleno de emociones, de triunfos y también de desafíos, pero cada experiencia ha sido fundamental en mi desarrollo como futbolista y como persona".
El joven portero rechazó la oferta de renovación que le presentó Roberto Olabe, director deportivo de la Real Sociedad. Ayesa busca protagonismo y minutos de juego, algo que la Real Sociedad, donde sería el tercer portero, no le podría garantizar. Con la ambición de convertirse en un jugador importante, ha decidido buscar un equipo en Segunda División que le brinde la oportunidad de demostrar su calidad bajo los palos.
Ayesa ha querido aprovechar su misiva para dar las gracias a todos aquellos que han formado parte de su trayectoria en la Real Sociedad. Desde compañeros de vestuario hasta entrenadores y personal del club, no ha querido olvidarse de nadie. "A todos los compañeros con los que he compartido vestuario, residencia, piso... me llevo muchos amigos, amigos a los que echaré en falta", ha señalado Ayesa, subrayando el impacto positivo que estas personas han tenido en su vida.
En particular, dio las gracias a los entrenadores de porteros que lo han apoyado durante estos años: Asier Landa, Beñat Etxebeste, Raúl, Iñaki Ulloa, Luis Llopis, Jon Alemán y Luis Castro. "Gracias por cuidarme, animarme, meterme caña y tener tanta paciencia conmigo", ha expresado Ayesa, destacando el importante papel que han tenido en su formación.
Ayesa ha concluido su carta con un tono optimista, dejando la puerta abierta a un posible regreso: "Ojalá nos volvamos a ver. Tened claro que lucharé por ello". Además, ha prometido seguir siendo un hincha apasionado del equipo, llevando los colores txuri urdin allá donde vaya. "Ahora toca alejarme, pero me convierto en un hincha que llevará la pasión txuri urdin dentro, allá donde vaya, sin ninguna duda", ha manifestado.
No me gusta mucho esto de las cartas de despedida, ya que todas suelen ser similares, pero sinceramente necesito hacer la mía personal.
Después de once años me toca separar caminos del club que me lo ha dado todo. Ha sido un viaje lleno de emociones, de triunfos y también de desafíos, pero cada experiencia ha sida fundamental en mi desarrollo como futbolista y como persona.
Quiero dar las gracias al club por haberme permitido ser parte de la Real, por haberme proporcionado las herramientas necesarias para progresar y evolucionar día a día. A todos los compañeros con los que he compartido vestuario, residencia, piso... me llevo muchos amigos, amigos a los que echaré en falta.
A los entrenadores de porteros, gracias por cuidarme, animarme, meterme caña y tener tanta paciencia conmigo. Asier Landa, Beñat Etxebeste, Raul, Iñaki Ulloa, Luis Llopis, Jon Alemán y Luis Castro, GRACIAS.
A todos los entrenadores y analistas que he tenido, por creer en mi, mucho más de lo que yo mismo la hacía. A todos los preparadores, fisios, médicos y psicólogos. Txomin, Asi, Soro, Murva, Ayu, Ilarra, Jon, Javi, Alman, Piu, Guille, Carrascosa y Ollora.
A Unal Jabat, Tunin, Miguelin y Pablito, cuya labor es fundamental, gracias por facilitamos la vida. Thanny y Kell, gracias a vosotros también. Por ser tan buenos en lo que hacéis.
A la directiva, por darme la oportunidad de estar aquí tanto tiempo y poder vivir experiencias que ni imaginaba. Ha estado cerca de poder competir con el primer equipo, pero no se ha dado. Aun así, me voy feliz, sabiendo que lo he dado todo cada día en Zubieta
Todas esas experiencias y llevar este escudo durante tantos años me ha hecho sentirme un donostiarra más. Cuando era un niño, no esperaba llegar a tener un sentimiento tan fuerte por estos colores. Ahora toca alejarme, pero me convierto en un hincha que llevará la pasión txuri urdin dentro, allá donde vaya, sin ninguna duda.
Ojalá nos volvamos a ver. Tened claro que lucharé por ello.