Un partido más marcado por el protagonismo inaceptable de los ultras dentro de un campo de fútbol. Si hace escasos días hablábamos de los incidentes en el Cívitas Metropolitano con el Frente Atlético lanzando mecheros a Courtois, ahora han sido los ultras del Anderlecht, quienes han lanzado sillas y otros objetos a la grada donde se ubican aficionados y familias realistas. En el descanso se llevó la detención de dos ultras belgas y a esta hora serían ocho los detenidos. Según ha informado el departamento vasco de Seguridad, uno de los aficionados ha sido detenido por atentado a la autoridad y el resto por desórdenes públicos y daños y resistencia a los agentes.
Corría el minuto 25. Los hinchas realistas ubicados debajo de la grada visitantes han comenzado a levantarse y mirar hacia arriba. Y con razón. Los hinchas del conjunto belga estaban poniéndoles en peligro al romper el cristal que separa la grada visitante de la local y lanzar una serie de objetos a los aficionados txuri-urdin que se encontraban ubicados de la grada familiar. El encuentro ha sido detenido unos segundos para avisarles por megafonía de que no lanzaran objetos, además que sus jugadores han ido a pedirles calma.
En el descanso, los antidisturbios se han acercado al graderío visitante para tratar de poner calma. La Ertzaintza ha detenido a dos miembros del grupo ultra del Anderlecht que han sido identificados por las cámaras de seguridad del estadio. La respuesta ha sido contundente por parte de la afición txuri-urdin: sonora pitada y recuerdo de los incidentes con ultras del Benfica el año pasado en Champions, aunque en esa ocasión la imagen fue más lamentable porque eran bengalas.
Con el fin de garantizar su seguridad, las personas situadas en las localidades de debajo de los ultras han tenido que correr a resguardarse por la caída de estos objetos. En ese mismo sitio había decenas de niños que han sido trasladados a un lugar techado.
Oyarzabal lo condenó al final del partido con rotundidad. "Condenar que pasen estas cosas. No pueden pasar. La gente se va a su casa porque cuatro imbéciles están tirando cosas. La UEFA tiene que dar un paso adelante. La UEFA no ha hecho nada. Al director de partido se lo estábamos diciendo porque estaban cayendo cosas incluso al césped", apuntó el capitán realista.
En el descanso, en la trasera del banquillo visitante, un aficionado txuri-urdin ha tenido que ser atendido por los sanitarios, que han acudido con un desfibrilador. Se ha montado bastante revuelo ya que los seguidores de alrededor han pedido insistentemente la presencia de la Cruz Roja.