En el País Vasco es muy habitual que los dos grandes clubes, Athletic Club y Real Sociedad, aspiren a hacerse con las mejores promesas que despuntan en las canteras de equipos de toda la región, La Rioja y Navarra. Desde pequeños intentan atraerlos a sus canteras para seguir puliéndolos en su crecimiento y que luego puedan llegar al primer equipo. Eso ocurrió precisamente con Mikel Oyarzabal. La Real Sociedad fue más rápida y en 2011 se lo llevó para sus escalafones inferiores.
Sin embargo, el Athletic Club intentó hacerse con él en 2018 antes de que el atacante firmara su renovación con el club 'txuri urdin', por lo que el Eibar sabe muy bien como funciona esta guerra fría entre ambos clubes.
"Lo que pasa es que al final esto funciona como una empresa. Si tus competidores, no solo el Athletic, el resto de canteras como Villarreal, Madrid, Barça, evolucionan y empiezan a hacer cosas que tú no haces o tienes una captación en la que convences a mucha gente para que siga manteniéndose aquí, aunque no sea en el club pero que en el futuro siga en el club, o tienes que amoldarte para no perder competitividad. A mí tampoco me gusta porque con 10-11 años hay chavales a los que ya se les puede atar durante años y puede que con dos más no quiera volver a jugar al fútbol en su vida, pero creo que son entendibles las dos partes. Con esa edad el chaval tiene que pensar en el colegio, en extraescolares, en pasarlo bien, en disfrutar con los amigos del fin de semana, en visitar a sus abuelos, en comprarse las chuches que les tocan, no en jugar en Primera División", ha reflexionado Mikel Oyarzabal en una entrevista a Noticias de Gipuzkoa.
Sin embargo, él nunca tuvo dudas de continuar en la Real Sociedad: "No tengo dudas. Yo el apoyo lo he sentido siempre. Mantengo muy buena relación con Aperribay y Olabe, bueno, con todo el mundo y su respaldo lo he sentido siempre. Han estado encima de mí. Al poco tiempo de lo que pasó (grave lesión) me dijeron que tenían una idea clara, pero yo prefería esperar. Quería centrarme en lo que me tenía que centrar y, una vez que olvidara eso y pasara todo, ya hablaríamos. No hizo falta demasiado tiempo".
"Me siento afortunado, pero en cierto punto responsable de que al club le esté yendo bien. Nos hemos juntado generaciones muy buenas, de mucha calidad y mucho nivel pero también de esfuerzo, trabajo, constancia de que las cosas no se consiguen solo con nivel sino que hace falta el otro aspecto y eso ahora mismo lo tenemos. No soy responsable de que la Real vaya bien sí o sí. Se han juntado muchas cosas, desde que Jokin la cogió para lavar la imagen y hacer lo que somos ahora, jugadores, profesionales dentro del club", ha admitido.