El partido de este sábado en el Ramón Sánchez Pizjuán estaba señalado en rojo por la presencia de Vinicius Junior tras lo acontecido en Valencia desde el pasado domingo. Después de que el Comité de Competición le levantara la sanción el pasado martes por su agresión a Hugo Duro, todas las miradas se habían vuelto hacia el coliseo de Nervión, con la afición del Sevilla en el ojo del huracán.
El técnico del Sevilla, José Luis Mendilibar, advertía hoy en la previa del encuentro que no se había parado a pensar en lo que pudiera pasar y pedía a todos que se lo tomarán, como lo que es, un partido clave para el sevillismo. "Hay que tomarlo como un partido normal. No hay que volverse loco. Viene el Madrid, punto, y nadie más", indicaba en referencia al rival y a Vinicius.
Sin embargo, al final no tendrá ni que atender a eso. El futbolista se ausentó en el partido del miércoles por unas molestias en la rodilla y su presencia en el coliseo sevillista quedaba en duda. El brasileño tampoco se entrenó con el equipo madridista el pasado jueves y este viernes repitió ausencia en una sesión en la que tampoco estuvo Karim Benzema. Y Carlo Ancelotti confirmo su ausencia. "No, no viaja porque no puede jugar. Le molesta aún la rodilla. No puede jugar y punto", cortaba el técnico italiano.
El entrenador italiano también confirmaba las bajas del francés, de Asensio y de Mariano, que no habían estado tampoco en la última sesión y que dejan al Real Madrid con lo justo en ataque (Rodrygo, Hazard...), toda vez que no debería tirar del filial, pues se juega el ascenso a Segunda división este fin de semana.
"Queremos terminar bien la temporada. Es un duelo difícil, porque jugamos ante un rival que lo está haciendo muy bien. Tenemos algunas bajas, pero el resto está bien y sacaremos el mejor equipo posible. Anímicamente estamos bien. Será un once muy competitivo y seguimos teniendo jugadores muy buenos", añadía el preparador madridista, que no quiso confirmar a Hazard en el once.
Todo llega antes de un partido en el que el sevillismo tenía planificado una protesta contra el conjunto merengue por lo acontecido en el 'caso Vinicius' y que se verá atenuada por la ausencia del principal protagonista.
En ese sentido, había varias propuestas, desde dejar la grada vacía en el arranque del partido y una pañolada general apuntando al palco del estadio Ramón Sánchez-Pizjuán, que era la opción que últimamente estaba tomando cuerpo.