La temporada del Real Madrid de Carlo Ancelotti está siendo excelsa. Tiene LaLiga en una situación muy favorable, con cinco puntos de ventaja sobre el Girona (aunque los de Míchel tienen un partido menos), tienen ventaja en los octavos de Champions tras vencer al Leipzig en la ida y levantaron la Supercopa en Arabia. El único varapalo sufrido fue la derrota ante el Atlético de Madrid en octavos de la Copa del Rey, pero el momento en el que se jugó ese encuentro, con muchas lesiones y en medio de una sucesión brutal de partidos y ante un rival que siempre le pone las cosas muy difíciles, resta mucha culpa a los madridistas.
Pese al nivel que están mostrando, no todo son loas hacia la plantilla, a la tremenda plaga de lesiones de mayor o menos gravedad, que ya se ha cargado a Courtois, Militao y Alaba para muchos meses y a otros como Vinicius, Rudiger o Camavinga los ha tenido apartados en algunos tramos, se le suma ahora otro contratiempo que preocupa al cuerpo técnico, el de las tarjetas amarillas por protestar. Los blancos son uno de los equipos que menos cartulinas han visto en toda la competición, en concreto el segundo, empatados con el Valencia. Ambos han recibido 44, cuatro más que el Celta, que es el bloque más limpio con 40. Hasta ahí todo bien, pero el problema madrileño es que 9 de ellas han sido por reclamaciones a los colegiados, lo que les sitúa con un 20,45% en la cuarta plantilla que más porcentaje de sus tarjetas recibe por ello.
Ante el Rayo Vallecano, en un duelo en el que los blancos no aprovecharon las buenas sensaciones que traían tras arrasar al Girona la anterior jornada, se dejaron dos puntos y sobre todo, perdieron para el siguiente encuentro a dos jugadores que están siendo claves, Carvajal y Camavinga. El lateral vio una tarjeta por pedir ostensiblemente un córner (y luego la segunda por un feo golpe) y el segundo vio la quinta tarjeta por objetar a Ortiz Arias. Por esto, Ancelotti, que aunque entiende que ante los del barrio hubo "mucha pelea", no acabó contento con las reacciones de los suyos. "Hemos protestado demasiado, vimos tarjetas por protestar y eso no me gusta", aunque aclaró que será un tema que tratará "a nivel personal" con los implicados". Por lo pronto sin el 2 pierde a un defensa más de cara a recibir al Sevilla el domingo y tendrá que seguir poniendo parches a su maltrecha zaga.