Pese al brutal año que está haciendo el Real Madrid, sigue echando de menos a algunas piezas que por culpa de las lesiones no están pudiendo formar parte de la plantilla esta campaña. Durante la pretemporada se produjo una noticia que consternó a toda la afición blanca e hizo temer lo peor sobre la campaña que estaba por empezar, la rotura de ligamentos de Thibaut Courtois. El meta belga, unos de los grandísimos culpables de la Champions de 2022 y del gran rendimiento de los suyos en las últimas temporadas, se iba a perder gran parte -si no toda- la 2023/24. A esta baja luego se sumaron las de Militao en los primeros partidos de liga y la Alaba más avanzada la competición, dejando muy diezmada a la zaga blanca.
Sin el belga, se fichó a Kepa como medida de urgencia en el tramo final del mercado para acompañar a Lunin y pese a que ninguno de los dos lo hizo extremadamente mal, la sombra del ex del Chelsea es alargada y a los dos les costó hacerse a la portería. Tras una gran competencia y muchos meses sin una decisión por parte de Ancelotti, finalmente ha sido el ucraniano quien se ha hecho con el puesto, refrendándolo con actuaciones como la ida de octavos de final de Champions en Leipzig, donde fue el gran culpable de que la portería blanca acabara inmaculada. Pero ahora, de cara al tramo final y decisivo, donde se juegan los títulos, se dislumbra cada vez más próximo el regreso de Thibaut, que ya se deja ver por los entrenamientos grupales, participando en algunos ejercicios con sus compañeros.
Este miércoles de hecho, ha saltado al campo con el resto de plantilla y durante un tramo ha sido un miembro activo de los 'ronditos' y los diferentes ejercicios de control de balón propuestos por el cuerpo técnico. Nada muy agresivo, pero que deja entrever que ya va estando preparado para volver más pronto que tarde. Pese que va por muy buen camino, no se espera verle en el campo hasta finales de marzo o principios de abril, por lo que si vuelve a buen nivel y se hace pronto con la forma necesaria, podría estar bajo palos en las grandes noches que esperan a los de Concha Espina esta campaña.
La enfermería blanca está saturada, y mientras Militao y Alaba siguen a su ritmo recuperándose de sus gravísimas lesiones de rodilla -el primero podría volver a pisar el verde este año, pero el segundo hasta la pretemporada como mínimo no estará-, Rudiger se prepara para su retorno, y es posible que incluso esté ante el Sevilla. Por otra parte, Bellingham estará casi con total seguridad y si nada se tuerce, para la vuelta de octavos de Liga de Campeones.