El Real Madrid de Carlo Ancelotti vivió la pasada noche de martes un resurgir en su competición fetiche, la Champions League, donde hasta ahora las cosas no le estaban saliendo nada bien. Ante la Atalanta de Gian Pero Gasperini en el Gewiss Stadium de Bérgamo, la BMV (Bellingham, Mbappé y Vinicius) llevaron a los blancos a sumar unos tres puntos importantísimos que les permiten seguir creyendo en evitar la fase de play off de los dieciséisavos de final, acorde al formato instaurado en esta campaña.
El encuentro ante el cuadro italiano siempre se antoja un reto desde que el veterano técnico de Grugliasco se hiciera cargo de los Nerazzurri (negriazules en italiano), ya que ha logrado imponer en su equipo se forma de entender el juego, basado en una altísima y asfixiante presión y un ataque basado en la verticalidad y la rapidez. Por su parte, el Madrid contrarrestó con un acertado trabajo por momentos en el centro del campo, con una destacada tarea de Dani Ceballos. A esto, la magia de la BMV salió a relucir e hicieron los tres tantos merengues.
Esto les deja en la tabla en la 18ª posición, a falta de que se dispute la jornada de este miércoles. Con sus 9 puntos, aún mira con optimismo la 8ª plaza, lugar que ocupa el Bayern de Múnich con su encuentro de esta semana ya disputado. Conjuntos como Arsenal, Atlético de Madrid o incluso el Manchester City de Pep Guardiola podrían pasar a los blancos este miércoles, pero aún así los de Ancelotti seguirían en la lucha.
A priori, los dos rivales que le quedan al Real Madrid en Champions League parecen bastante asequibles. El próximo 22 de enero tendrán que recibir en el Santiago Bernabéu al Salzsburgo austriaco, que ocupa la 32ª posición en la tabla. Los de Red Bull solo cuentan con 3 puntos, los obtenidos en su victoria frente al Feyenoord neerlandés.
La liga de Champions la cerrará el Real Madrid visitando al equipo revelación de esta edición de la competición continental, el Brest francés, que actualmente es 5º en la clasificación. La realidad es que solo se ha enfrentado a uno de los grandes, al Barcelona, con el que perdió en Montjuic por 3-0. Además, logró sacar un empate ante el Leverkusen de Xabi Alonso. El resto han sido victorias ante conjuntos de la zona baja: Sturm Graz, Sparta de Praga o Salzsburgo.
Así las cosas, el Real Madrid está obligado ambos compromisos si quiere llegar al final de la liga con opciones de entrar entre los ocho primeros. De no ser así, tendría que jugar una eliminatoria previa, que serían los dieciseisavos, contra otro equipo que haya finalizado entre el 9º y el 24º. Las tres derrotas cosechadas hasta ahora (frente a Liverpool, AC Milán y Lille) podrían acabar pasándole factura de los blancos.