Allá por el 2019 el Real Madrid dio el pistoletazo de salida a las obras de remodelación de su estadio, que será el nuevo Santiago Bernabéu. La inversión en tiempo y dinero trae consigo un trabajo que pretende que el templo blanco aloje todo tipo de eventos. Las obras estan en su recta final y a lo largo de este tiempo se ha hablado de diferentes circunstancias cuanto menos llamativas, como un problema de goteras que surgió en el mes de octubre, a pocos meses de la inauguración oficial, como consecuencia de la borrasca 'Aline' que desencadenó fuertes lluvias en todo el territorio español. En octubre España se vio azotada por la mencionada borrasca y en Madrid se hizo mucho notar, provocando inundaciones en edificios o estaciones de metro. Fue en ese momento cuando el Santiago Bernabéu sufrió una inundación: el agua comenzó a fluir por las escaleras de los vomitorios del estadio. Un incidente que debería ser un hecho aislado y no el pan de cada día en el estadio.
El factor estético también ha recibido diferentes opiniones, porque para gustos hay colores y hay personas a quienes no terminan de convencer la separación que hay entre las llanas que van a recubrir el estadio, aunque a otros sí parece gustarles. No obstante, surgen otros problemas que sí pueden ser más graves y que tienen que ver con la propia comodidad de los espectadores o utilidad para los mismos, aficionados madridistas o de los clubes rivales que visiten el Santiago Bernabéu, puesto que tiene que ver con la construcción del templo madridista.
Un tema que recientemente ha abordado Paco González en el programa Tiempo de Juego de la cadena COPE, donde aseguró que hay muchos abonados que parecen estar descontentos con la remodelación en el interior del estadio: "Conozco muchos socios del Real Madrid", expresaba, asegurando que el malestar está por la estrechez de los asientos, haciendo una comparación con los del Metropolitano del Atlético de Madrid, más anchos: "Tienes 15 centímetros más de anchura en el asiento", dijo.
Otro problema viene con la construcción de los nuevos palcos Vips, algo que ha propiciado que se tengan que reducir el número de baños en la zona y que hace que las colas para ir al servicio durante el tiempo de descanso sean muy grandes: "Como han cogido mucho espacio para esos palcos, han quitado servicios. Hay unas colas en determinadas zonas del estadio para ir al servicio, de 50 metros de personas esperando para ir al servicio. A mucha gente dentro del estadio no le está molando, no estéticamente, sino de comodidad la reforma", señalaba.