Fede Valverde es una pieza clave en el Real Madrid. Con el paso del tiempo, el uruguayo ha demostrado su calidad en el conjunto blanco, y esto, sumado a su trabajo y esfuerzo, ha conseguido que sea titular con Carlo Ancelotti, siendo parte importante en los últimos éxitos de la entidad de Concha Espina, que quiere seguir dominando con puño de hierro tanto en España como en Europa. No solo eso, ya que ha formado parte de uno de los mejores centros del campo de la historia del club, jugando con futbolistas como Casemiro, Toni Kroos, de quien ha heredado su dorsal, el ‘8’, y Luka Modric, quien todavía tiene cuerda para rato.
Sobre el germano, de quien ha heredado su número, se ha expresado Fede Valverde, que tiene como gran objetivo seguir cosechando éxitos con la camiseta merengue. En una entrevista concedida a France Football, el internacional por Uruguay se sincera y habla de la figura de una de las mayores leyendas del Real Madrid en los últimos tiempos, quien ha tenido que salir al paso en los últimos tiempos de posibles rumores acerca de su vuelta a los terrenos de juego.
“¡En casa hablaba mucho de ello con mi esposa! En el fondo quería este número más que nada, pero no sé, tenía dudas, el miedo de no estar a la altura. Hablamos de un jugador que ha marcado la historia de este club. ¡La historia del fútbol! Al final, mi mujer me dijo: “Tienes que aceptar lo que te mereces. Si el club te ofrece su número, no lo rechaces”. Dudé mucho, dudé. Pero finalmente acepté. Y ella tuvo mucho que ver”, comentó.
Sobre la figura del alemán, Valverde fue analítico. “Ah, Toni... Como aficionado no tenía más que admiración por él, por sus cualidades técnicas y tácticas. Le habría dado un Balón de Oro. Y luego llegué a conocer a la persona. Era un tipo cercano a los jóvenes, que daba consejos y quería ayudar. Siempre tuvo buenas intenciones. La verdad es que jugar un solo minuto con jugadores de esta categoría ya habría sido suficiente para hacerme feliz”.
“¡Espectacular! Kylian, todos lo sabemos, es uno de los mejores del mundo. Tenerlo aquí, gracias a Dios, es una enorme satisfacción. Sufrí contra él cuando jugaba en el PSG o en Francia. Es esquivo. Hoy, puedo disfrutarlo como compañero, mis hijos pueden verlo. Muchos dijeron que iba a romper el vestuario, a traer conflictos... pero eran rumores. Es una hermosa persona. Y su español es impresionante, mejor que el mío (risas)”.
“Creo que somos, actualmente, el mejor equipo del mundo. Simplemente tenemos que mantener este hambre del que acabo de hablar. También debemos cuidar nuestras primeras partes. A veces entramos al campo demasiado relajados, como si estuviéramos guardándolo todo para la segunda mitad. Toca corregir eso, salir a machacar desde el comienzo”.