A Arda Güler nada le ha salido como esperaba cuando se decantó finalmente en verano por el Real Madrid por delante del Barcelona. Prefirió la inmediatez que le ofrecían en el Santiago Bernabéu a la propuesta pausada de los azulgranas, que lo dejarían cedido un año en el Fenerbahçe para convertirse en miembro de pleno derecho de la primera plantilla al año siguiente.
Su ambición le ha jugado una mala pasada y a día de hoy se encuentra en una tesitura tremendamente delicada en el Santiago Bernabéu, pues Ancelotti le ha apartado de sus planes y hasta el momento solo le ha concedido 92 minutos en lo que va de curso.
Esta situación ha elevado la crispación en el entorno del futbolista otomano, muy seguido en su país, y provocado que baraje seriamente la posibilidad de marcharse el próximo verano, pues en ningún caso soportará otro curso con un rol secundario que frenaría en seco su progresión.
Como muestra de este hartazgo, el joven centrocampista turco ya ha protagonizado algún desmán que otro, como el día que tiró el peto al césped después de calentar toda la segunda mitad y no saltar al terreno de juego. Gestos que han abierto un abismo entre Güler y Ancelotti, acostumbrado a gestionar vestuarios complicados y que en ningún caso cederá por mucha presión a la que se le someta desde el círculo del futbolista o los medios turcos. Más bien todo lo contrario.
De hecho, el italiano no tiene previsto incluirlo en sus planes de aquí al final de la temporada y todo apunta a que la acabará prácticamente en blanco y muy poco rodado de cara a la Eurocopa de Alemania, a la que acudirá como fijo en la selección de Turquía. Cuestión por lo que se ha tratado de apretar a los directivos del Real Madrid para que intercedan con Ancelotti, lo que no ha servido de nada tanto en cuanto Carletto no se deja influir por nadie.
Es cierto que Güler llamó la atención de Ancelotti en sus primeros entrenamientos como madridista, pero una pronta lesión truncó las expectativas y cuando ya estuvo disponible no logró hacerse un hueco en el once y su futuro apunta lejos del Santiago Bernabéu.
De hecho, el medio, que frenó su posible salida en enero al creer equivocadamente que podría revertir la situación, ya habría trasladado a sus agentes su deseo de buscar un nuevo destino para la 24/25 en el que sí le garanticen su continuidad una vez que ha comprobado que de ninguna manera convencerá a Ancelotti tras lo ocurrido y con el equipo en la cúspide de la tabla.