Alvaro Arenillas3 min lecturaTal y como titulamos. La Comisión Permanente de la Comisión Estatal contra la Violencia, el Racismo, la Xenofobia y la Intolerancia en el Deporte ha propuesto una sanción de 4.000 euros, la cual estaría acompaña de un periodo de 12 meses de prohibición de acceso a los recintos deportivos, para el aficionado que insultó al jugador brasileño Vinicius Junior, en el partido que disputaron el Real Club Deportivo Mallorca y el Real Madrid el pasado 5 de febrero, correspondiente a la jornada 20 de LaLiga Santander.
Según el comunicado emitido oficialmente tras la reunión mantenida por la citada Comisión este martes en la sede del Consejo Superior de Deportes (CSD), se considera que el aficionado "fue identificado como el autor de los insultos racistas proferidos contra el jugador del Real Madrid Vinicius Junior en el partido RCD Malllorca-Real Madrid CF, celebrado el 5 de febrero".
Respecto a que se trate de un castigo adecuado o no a los hechos, la mencionada entidad recalca que se trata de la misma propuesta de sanción que se ha efectuado en un caso semejante que tuvo lugar también en Baleares, cuando "un individuo profirió insultos racistas contra un jugador del equipo visitante en el partido Conecta Balear Club Voleibol Manacor-Melilla Sport Capital, celebrado el 17 de diciembre de 2022".
La realidad es que contentar a todos parece imposible. Vinicius hace tiempo que clama para que la liga española tome cartas en el asunto con el objetivo de erradicar el racismo de los terrenos de juego. Sin embargo, es muchas ocasiones se hace imposible identificar a todos los que insultan de esa manera a un jugador, e incluso encontrándolos, sería imposible tener la certeza de que a la siguiente semana no llegará otro individuo con el que se repita la historia. Exacto, conseguir el ideal en este asunto está lejos, por no decir imposible.
Así es. No faltan los que justifican este bochornoso comportamiento con el jugador del Real Madrid en que éste provoca a las aficiones rivales... Obvio que esto no explica que a nadie se le ataque por su raza, pero en cualquier caso hay que poner el acento en que ya no se trata de un hecho aislado, sino de una constante en algunas personas de los estadios que visita la entidad merengue. Valladolid, Mallorca y más recientemente Osasuna son ejemplo de lo que nunca debería ocurrir en un evento deportivo de estas características.