Alvaro Arenillas4 min lecturaEn toda planificación hay contratiempos, aunque quizás este era de los menos esperados. Tras cerrar otros dos enormes fichajes de presente y futuro como Jude Bellingham y Arda Güler, en el Real Madrid se las prometían felices mientras iban dando pasos seguros tanto en ventas como en contrataciones –ojo a la posible llegada de Kylian Mbappé–. Sin embargo, no se puede dar nada por hecho, porque en el momento menos pensado te puedes llevar un varapalo.
Justo eso es lo que está ocurriendo en estos momentos con una salida que parecía certificada a falta de flecos. Siguiendo con su política de dar su lugar a los jóvenes para que puedan crecer, la entidad blanca tenía decidido ceder un año más a Reinier. El plan no ha cambiado, pero el destino puede que sí.
El brasileño, quien pasó la campaña 2022-23 con el Girona FC, parecía tenerlo todo hecho para retornar a la escuadra catalana, ya que desde esta misma se había comunicado al Madrid que la intención era renovar el acuerdo de préstamo. Entonces... ¿cuál es el problema? Pues que se pueden quedar sin sitio para jugadores extracomunitarios.
Siendo inminente el aterrizaje de Oriol Romeu en el FC Barcelona, la prioridad de los gerundenses es justo encontrar un recambios a su mediocentro. Con tal objetivo, se han fijado en Nico González, que pertenece a la escuadra culé, Máximo Perrone, del Manchester City, y Vinicius Souza, del Lommel SK belga (el curso pasado cedido al RCD Espanyol). Si fuese Nico el que llega no habría problema, ya que es español, pero si es uno de los otros dos el Girona se quedaría sin sitio par más extracomunitarios, ya que también tiene bajo contrato a Savio Moreira y Yangel Herrera.
Así están las cosas. La insistencia del Girona hace semanas se debía al propio deseo de su entrenador, Míchel, quien tenía confianza en que el segundo año de Reinier en el equipo le sirviese para tirar la puerta abajo. Sin embargo, y dadas las circunstancias, en el club de Cataluña han echado el freno y cualquier movimiento en esta dirección no está menos que congelado. El jugador veía con buenos ojos su posible retorno, pero ahora tocará buscar otras opciones.
Se trata de un nuevo revés tanto para el futbolista como para el club. Firmado por el Madrid por 30 millones de euros en 2020, todavía no ha podido debutar con el primer equipo y sigue peleando por hacerse con un sitio en el fútbol europeo tras sus cesiones a Borussia Dortmund (dos temporadas) y Girona. Ahora le toca esperar. Aunque es probable que encuentre otros interesados para mostrar su talento, lo que parecía una salida clara ha quedado casi descartada, lo que puede llevarle a unirse a un club con la pretemporada avanzada. Tal escenario no ayudará para que por fin consiga su objetivo y el de la entidad blanca: explotar.