En solo un mes la situación de la gran joya de la cantera del Real Madrid ha experimentado un giro de 180% y en el Santiago Bernabéu planean cambiar la decisión acerca del futuro del delantero de 18 años. Y es que Iker Bravo ha reaccionado a tiempo para frenar su caída en picado como madridista y las críticas y su nombre vuelve a sonar con fuerza como uno de los futbolistas más prometedores de La Fábrica.
No en vano, llegó hace dos veranos procedente del Bayer Leverkusen por medio de una cesión y una opción de compra muy asequible, despertando mucha ilusión en el seno de la entidad de Chamartín por la tremenda proyección del atacante catalán y la posibilidad de quedárselo por un precio razonable.
Sin embargo, Iker Bravo ha tardado en mostrar su mejor versión y en su primera campaña como blanco no cuajó a las órdenes de Raúl González Blanco en el Castilla, si bien el Real Madrid mantuvo su confianza en él y amplió su cesión por un año más con la esperanza de que mejorara su actitud y rindiera como se esperaba en el terreno de juego.
Así, recaló en el Juvenil A de Álvaro Arbeloa, en el que comenzó con buen pie tanto en cuanto marcó tres goles y sirvió dos asistencias en siete partidos. Sin embargo, Iker Bravo volvió pronto a las andadas y sufrió dos expulsiones que vinieron acompañadas por una sequía goleadora que provocaron que el técnico le sentara en el banquillo. En el Real Madrid empezaban a perder la paciencia con el de Sant Cugat del Vallés, pero los toques de atención de Arbeloa sirvieron para que el futbolista se concienciara y ahora protagonice un renacimiento acorde a las expectativas depositadas en su fichaje.
De ese modo, Iker Bravo se ha erigido en la gran figura del Juvenil A en la UEFA Youth League con tres goles en las dos últimas citas. Así, el delantero lideró el triunfo madridista (0-2) del pasado martes en Alemania ante el Unión Berlín con un doblete que lo ha situado de nuevo en el punto de mira del escaparate internacional. Sus dos tantos le otorgaron a los capitalinos el pase a octavos de final como primeros de grupo en un partido que despertó una gran expectación en el ciudad germana, hasta el punto de que, para un partido juvenil, se dieron cita un total de 21.000 espectadores.
Bravo venía de marcar ante el Nápoles en esta competición y de mejorar sus prestaciones en División de Honor, confirmando que está dispuesto a ofrecer el rendimiento que lo llevó al Real Madrid. Una reacción ilusionante que ha propiciado que en el Santiago Bernabéu aparquen la decisión de poner fin a su etapa como blanco a final de curso y para plantearse muy seriamente activar la opción de compra.